Por JOSÉ RAMÓN LÓPEZ RUBÍ C.

—¿Cuál es el mejor libro que leíste el año pasado?
—De animales a dioses. Breve historia de la humanidad, de Yuval Noah Harari.

—¿Cuál es el mejor libro que leíste el año pasado?
De animales a dioses. Breve historia de la humanidad, de Yuval Noah Harari.

—¿Cuál es el peor que has leído en tu vida? O: ¿hay algún libro célebre que de veras te haya decepcionado?
—Tengo muchos de los que ni siquiera recuerdo el tema. Pero nada me ha enfurecido tanto como la “traducción” al poema “La Ciudad”, de Kavafis, traicionado desde el primer verso, por el imbécil de Cayetano Cantú. Uno célebre que me haya decepcionado: Ulises, de Joyce porque ni siquiera puedo leerlo. Y van cinco intentos.

—¿Crees que está en crisis la Literatura?
—No tengo idea de cómo sería una crisis de la literatura…  Lo que veo es una producción enorme de libros y mi incapacidad para leer siquiera una fracción. 

—¿Existe una crisis de la crítica?
—La crítica literaria siempre ha sido mala en México: a destiempo y sin mayor influencia en las ventas.

—Honestamente: ¿te acuerdas de Monsiváis?
—Por supuesto que recuerdo a Monsiváis y su llamada a Carmen Lira: “¡Elige… o Luis o yo!”. Así me echó de La Jornada, diario del que era fundador y copropietario, además de autor de una columna muy leída: “La ciencia en la calle”.

—Resume la realidad de Twitter en menos de 140 caracteres.
—Twitter me desespera: en 140 golpes hay insultos o “citas citables” de plomo.

—¿Cómo debería ser la relación entre el mundo de los libros y el mundo de los medios?
—Como la he visto en cine: un autor que un día antes presentó su libro está en la cama con una decena de diarios leyendo la decena de críticas.

—¿Qué justifica que los periódicos tengan en Internet zonas de comentarios para los “lectores”?
—Las secciones de comentarios bajo los artículos en las versiones en línea de diarios son peor que basura, son drenaje profundo para dar voz al tonto del pueblo. Ya lo dijo mejor Umberto Eco.

—¿Qué es un embodegador de libros?
—La UNAM. Libros que nunca saldrán a la venta. O ediciones del FCE obligadas por el Nobel a Paz y que nadie comprará.

—¿Qué harías si pudieras disponer de los libros embodegados en el país?
—Lo mismo que exigí a Plaza y Janés por una edición alterada de mi novela El sol de la tarde: pulpa de papel para regalar a la SEP y que haga libros de texto gratuitos.

—Recomienda un libro a nuestros lectores de verdad.
—Recomiendo, con mucho entusiasmo, De animales a dioses, del mencionado Harari.

De González de Alba recomendamos el libro No hubo barco para mí (Cal y Arena, 2013)

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