La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía

 

Eduardo Espinoza Galicia llegó a tener una curul en el Congreso local gracias al azar, una vez que era suplente de un diputado que dejó de serlo.

Desde entonces —y aún antes— se jacta de ser sobrino del diputado federal Eukid Castañón, vicecoordinador político de la bancada panista en San Lázaro y operador del gobernador Moreno Valle.

Sin empacho alguno, nuestro personaje lucra administrativa y políticamente con ese supuesto parentesco.

A donde va, presume los “nexos”  con Castañón.

“Es mi tío y me apoya en todo”, grita a los cuatro vientos.

“Mi tío me respalda en lo que hago”, se jacta muy ufano.

“Gracias a mi tío voy a ser rector de la Universidad Politécnica de Puebla”, se regodea.

El maestro Alberto Sánchez Serrano, rector de la UPP, no lo sabe aún, pero este diputado “influyente”  ya se acaricia los bigotes para ocupar su puesto.

¿Cómo olvidar que en tiempos de Mario Marín el mismísimo Cuco el Guapo —el profesor Juan Antonio Badillo Torre— fue rector de dicha universidad?

Lo único claro en esta historia es que Espinoza Galicia carece del respaldo de Eukid Castañón, quien, faltaba más, ni lo ve ni lo oye.

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