La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

La historia de las dos constructoras poblanas que le cometieron diversos fraudes a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en aras de embolsarse algo así como mil 122 millones de pesos es todo un caso.

El reportero Víctor Fuentes, del diario Reforma, reveló que ambas constructoras —Constructpue de México y Administradora de Capitales de México (ACM)— obtuvieron en 2014, en un periodo de ocho meses, al menos 11 contratos con la dependencia federal tras falsificar convenios previos a fin de acreditar su experiencia en licitaciones convocadas por los Centros SCT en 10 estados.

Esta trama de opacidad tiene manos priistas de los diversos niveles.

Y es que para cometer un fraude de tal naturaleza se requieren Cacas Grandes (CG), Cacas Medianas (CM) y Cacas Chicas (CCH).

Las Cacas Chicas, ya se sabe, son las que aparecen como representantes jurídicos de empresas fantasmas sin domicilio fiscal medianamente aceptable o convincente.

Éstas, sin embargo, requieren el concurso de ese otro fenómeno excrementicio: las Cacas Medianas.

La función de estas últimas es la de enlazar las marranadas de las CCH y las CG con el fin de obtener, faltaba más, una ganancia económica considerable.

No un simple mojón: Una Señora Caca transformada, si es posible, en cientos de miles de dólares.

Como en toda historia de cacas, hay unas que ganan más que otras y que, en consecuencia, arriesgan menos.

Me explico.

La Caca Grande beneficiará a toda esta cadena excrementicia sin arriesgar el pellejo.

Si nadie se da cuenta del negocio, las ganancias serán brutales para todos, pero si, como es el caso, el negocio se apesta la CG hará un discreto mutis y se retirará a sus habitaciones.

Lo mismo buscará hacer la Caca Mediana, aunque en este caso los riesgos son mayores.

Ser intermediario entre Cacas termina por manchar a cualquiera.

En esta doble historia hay actores poblanos muy ligados a esa otra Caca Grande llamada PRI.

Varias de las Cacas protagonistas han sido socios, aliados, cómplices, lavadores de dinero, prestanombres y demás lindezas de personajes con fuero, con fusca y con poder.

Ah, y con credenciales priistas.

Y es que sólo con poder de Caca Grande se puede hacer un fraude tan brutal como el que estaban haciendo todas estas Cacas juntas.

Un ejemplo que llama la atención es que una de las Cacas protagonistas tiene un apellido muy conocido en el ámbito político y empresarial, lo que dará mucho de qué hablar en los próximos días.

La citada Caca, pues, era nada menos que el representante legal o jurídico de una de las dos empresas metidas en este cagadero.

Adivinó el hipócrita lector:

Hay caca muy sucia y maloliente en esta trama.

No digo más.

Mejor invito a los lectores a ver la historia completa en la edición de 24 Horas Puebla que empieza a circular desde temprana hora o en su caso revisar nuestra página web: http://24horaspuebla.com/.

Los baños de la Central de Abasto son más pulcros y perfumados de lo que tendrá ante sus ojos el siempre hipócrita lector.

 

Elías Aguilar en 24

A partir de este lunes nuestros lectores podrán leer la columna Esfera Pública, escrita por Elías Aguilar García, director general de Indicadores SC y profesor investigador de tiempo completo de la Universidad de las Américas Puebla e Investigador Asociado del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA) de la Universidad Anáhuac Ciudad de México.

Desde 1994, nuestro amigo se dedica al estudio de la opinión pública y el comportamiento electoral en México.

Es un gusto recibirlo en el espacio de 24 Horas Puebla.

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