La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

El grito “¡reelección, reelección!” surge de las filas tres, cuatro y cinco del enorme auditorio del Complejo Universitario.

Estudiantes de las diversas carreras se levantan al unísono.

No son videntes pero adelantan lo que viene.

En sus sillas en primera fila, los ex rectores Enrique Agüera y José y Enrique Doger miran con evidente nostalgia a quien acaba de rendir su tercer informe como rector de la BUAP.

A esa misma hora, en las redes sociales algunos se rasgan las vestiduras y se quejan de que una universidad pública tenga raptos políticos.

Más específicamente de la política mexicana.

Son los mismos que llevan años queriendo vivir en las mieles universitarias poblanas sin éxito alguno.

Son aquéllos que llevaron sus currículos una y otra vez, y esperaron una llamada que jamás llegó.

Por eso, en consecuencia, hoy critican todo lo que pase en la universidad.

Es claro: están en sus quince minutos de pataleo.

Alfonso Esparza sabe que lo que viene, conviene.

Ya le tocó en el pasado confirmar ese dicho que una y otra vez repite el ex gobernador Melquiades Morales.

Ahora se prepara para vivirlo de nuevo.

Lo que viene, conviene.

Sí.

Sobre todo si lo que viene es otro periodo de cuatro años al frente de la máxima Casa de Estudios del estado.

Metido en su asiento, encorbatado, dispuesto a no aplaudirle nada a su homólogo, Fernando Fernández Font, rector de la Ibero, mira con cierta envidia los logros que enumera Esparza a lo largo de su informe.

Y es que él sabe lo que es no tener nada que informar.

Por eso –faltaba más– sus informes suenan a plañideras de alguna organización no gubernamental.

Ante ausencia de logros, el grito facilón.

En la primera fila destacan dos personajes:

El gobernador Rafael Moreno Valle y el gobernador Antonio Gali Fayad.

Uno, el saliente.

Otro, el entrante.

Los dos en una gran conversación que no se detiene ante nada.

Hablan, comentan, gesticulan.

Ríen por momentos.

Las manos dibujan lo que dicen.

¿De qué hablan?

De lo que va y lo que viene por los mentideros políticos.

Y más:

De la transición –la más tersa de la que se tenga memoria– y de la política nacional.

El rector rompió la forma tradicional de dar informes y optó por un escenario desnudo forrado de tecnología.

Mientras habla de sus logros, las imágenes –detrás– acuerpan su discurso.

Dije discurso.

No es un discurso lo que lee.

Es un fraseo, delirante por momentos, de obras y acciones.

Entonces sobreviene, como la ola en un estadio, el grito “¡reelección, reelección!”.

El año próximo, a estas mismas horas, Alfonso Esparza estará rindiendo su cuatro informe y preparándose para el segundo mandato.

El grito que sale de las filas tres, cuatro y cinco parece confirmarlo.

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