La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía 

 

El sabio Mario Marín Torres lo dijo, y lo dijo bien, en las navidades de 2005:

“En Puebla, a quien comete un delito se le llama delincuente”.

Esto aplica como corbata al cuello a su pupilo más adelantado, Juan Carlos Lastiri, quien ha mostrado fehacientemente de qué está hecho.

Si le creemos a Julio Torri, toda la historia de la vida de un hombre está en su actitud.

En consecuencia: Toda la historia de la vida de Lastiri está en su actitud más reciente: la de borrar de la cuenta de Twitter de su hijo las pruebas magníficas de un delito brutal: el desvío de recursos de una dependencia federal —la SEDATU, de la que es subsecretario de Desarrollo Social y Vivienda— para beneficiar a la asociación civil “Mentes Emprendedoras”, cuyo presidente es Juan Carlos Lastiri: su hijo.

Se necesita ser cínico para burlarse del presidente Enrique Peña Nieto, del secretario Osorio Chong y de la secretaria Rosario Robles.

(Uno de los tres, necesariamente, tuvo que haber sido su cómplice en esta trama macabra. Me inclino por la señora Ahumada).

Y es que este flagrante delito —documentado hasta la saciedad en este espacio durante los últimos días— es una burla abierta a un gobierno que presume su lucha contra los corruptos.

En aras de demostrar que el programa “Un cuarto más” —del que se beneficia la AC de su hijo— es absolutamente institucional, nuestro personaje subió en los últimos días 87 tuits de acciones realizadas en este rubro en todo el país, salvo Puebla.

(Y aquí es donde vuelve a flotar la porquería).

Y es que en este estado de la república, dicho programa lo coordina su propio hijo —sin mencionar a la SEDATU y sin colocar un solo logo del gobierno federal— a través de “Mentes Emprendedoras”.

Esto significa que Román Lazcano, sedicente delegado de esa Secretaría en Puebla, es un simple peón que obedece los dictados de quien ya se siente gobernador en 2018.

En efecto: Lazcano ve, calla y obedece.

Ve que los Lastiri usan el programa para lucrar económica y políticamente.

Calla ante los hechos consumados.

Obedece las órdenes de su patrón.

Cada vez que un reportero le pregunta sobre el tema, guarda silencio.

Cosa rara en este personaje que tiene un problema de diarrea verbal.

Lo mejor de este affaire es que Lastiri ya nos enseñó de qué está hecho.

Las palabras de Torri nos lo dicen mejor que nada.

Así quiere ser gobernador: simulando a diestra y siniestra, usando hasta el hartazgo los recursos públicos, engañando al Presidente y a los beneficiarios, borrando las huellas de sus delitos…

Ufff.

 

Cinco Inocentes Preguntas a Juan Carlos Lastiri

  1. ¿Qué hacen los expedientes de “Un cuarto más” —de la SEDATU— en las oficinas de la asociación “Mentes Emprendedoras”?

 

  1. ¿Es válido que se tengan copias de credenciales de elector, copias de actas de nacimiento y otros documentos oficiales en una oficina rodeada de antros en San Andrés Cholula?

 

  1. ¿Es válido que personal del gobierno federal, que acompaña a Lastiri hijo a todos lados, acuda en horas de trabajo a la sede de “Mentes Emprendedoras” para asesorar y apoyar en la conformación de los expedientes de “Un cuarto más”?

 

  1. ¿Cómo verá el delegado de la SEDATU en Puebla, del cual Lastiri han pedido mil veces su cabeza, que un joven de 20 años ande entregando recursos públicos de su Secretaría y lo desplace tan abiertamente?

 

  1. La pregunta más cruenta: ¿Qué pensara nuestro ejemplar funcionario público de que pese a todas estas artimañas —trampas, chapuzas y delitos— simplemente no crece en las encuestas y se mantiene en último lugar?

Diría uno de los adictos a Lastiri: Son preguntas. Conste.

Veremos y diremos.

 

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