La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

Para ser Arne Aus den Ruthen Haag se necesita haber sido coordinador de asesores de Juan Camilo Mouriño, delegado en la Miguel Hidalgo, dos veces diputado de la Asamblea Legislativa del ex Distrito Federal y un amplio —muy amplio—  conocimiento de la Ley de Justicia Cívica.

Dotado de una ironía a prueba de fuego y una gran capacidad de palabra, Arne se ha enfrentado a guaruras, abogados, policías, funcionarios del gobierno de la ciudad de México y de las delegaciones, “influyentes”, líderes de colonias, ex delegados de la Miguel Hidalgo y toda esa fauna que se adueña de los espacios públicos sin el menor escrúpulo.

Su batalla contra los bienes mostrencos —léase: los conos naranjas con los que los “gandallas” a los que combate apartan un trecho de las calles— le ha dado a la ciudad un aire de frescura y de debate público que era inédito hasta hace unos meses.

A partir de su nombramiento como City Manager de la Delegación Miguel Hidalgo, nuestro personaje se ha convertido en una de las figuras públicas más conocidas, disputándole los números en las encuestas a esos políticos profesionales que lo detestan y quieren verlo fuera de la jugada electoral.

Arne acostumbraba ir solo a enfrentar a las bestias.

Y sólo llevaba consigo un celular con el que se conectaba a Periscope para transmitir en vivo su quijotesca audacia.

Con el tiempo se fueron sumando jóvenes irritados que querían ser como Arne.

Esos brigadistas han crecido incluso fuera de la Ciudad de México.

Puebla no es la excepción.

El denominado “Poder Antigandalla Puebla” nació hace varias semanas.

Su líder más visible es el hijo del empresario automotriz Vicente Alonso: José Ramón.

Sus primeros operativos, sin embargo, dejan mucho que desear.

Y es que carece de varias cosas.

Vea el hipócrita lector:

Habla con faltas de ortografía, sin buena dicción, sin la rapidez e ironía que amerita el caso.

Y algo peor que sus tropezones verbales: desconoce la normatividad municipal relacionada con los célebres mostrencos.

Con todo eso en contra, José Ramón Alonso insiste en imitar a Arne Aus den Ruthen Haag.

Es decir: recurre a un sarcamo que no entiende, hace giros —infructuosos— de lenguaje y exhibe —sin éxito— a los infractores.

Pena ajena.

Nota Bene: este miércoles estará en Puebla el inimitable terror de los “influyentes” en algún lugar de la Ibero Puebla.

 

Se exhibe Alejandro Armenta en la Cámara de Diputados

Alejandro Armenta Mier sigue siendo el loquito de la feria.

Esta imagen es de hoy en San Lázaro.

Ni sus compañeros priistas le hacen caso.

Armenta se queja de los elefantes blancos.

Olvida que la verdadera elefanta blanca es la Célula de Marín, de cuyo gobierno fue funcionario.

Dicha Célula sólo sirvió para que los marinistas se enriquecieran.

Por cierto, Alejandro Armenta —enemigo declarado de la cultura— pretendía con otros priistas adictos a los búfalos de agua convertir el Museo Barroco en un ¡invernadero!

Más solo que un priista el 5 de junio de 2016, el diputado hace su protesta a la misma hora que en Puebla el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rafael Moreno Valle están por inaugurar el segundo piso de la autopista México-Puebla.

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