La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

Muy activo —defendiendo en Twitter a Eduardo Rivera Pérez— anduvo en estos días Juan José Pacheco, quien fungió en el trienio del panista como auditor externo, a través del despacho Maldonado y Asociados.

Regidores de aquella administración municipal aseguran que dicho despacho recibió millones de pesos extras por “hacerse de la vista gorda”.

Es decir: hacían como que auditaban, pero siempre al gusto del cliente.

Este despacho era más modesto que una chalupera. Tenía una puerta pequeña de acceso en la 2 sur y 43, junto a Mi Viejo Café.

Hoy, sin embargo, son dueños de toda la esquina.

La puerta de entrada es ostentosa —como una nueva rica— y tiene varias fuentes al interior.

La Jauja y la riqueza llegaron cuando fueron los auditores externos de Lalo Rivera, al decir de los regidores que pidieron la gracia del anonimato.

Pacheco y socios son miembros de Yunque.

Incluso provienen de la familia Maldonado, pero no se llevan con Gerardo Maldonado.

Llama la atención que Pacheco tiene como avatar de su cuenta de Twitter una foto en la que se ve a bordo de un yate: su yate.

A través de varios tuits se tiró al piso por su patrón.

O ex patrón.

También formó parte de la cargada hechiza que hizo que el hashtag “#YoSoyLaloRivera” fuera por un momento trending topic.

Y subrayo hechizo porque hasta tuits que nada tenían que ver con el ex alcaldde en apuros llevaban esa leyenda.

Unos ejemplos:

Un tuit de la usuaria Fernanda Ruiz decía: “En la Ciudad de México se roban 14 celulares todos los días”.

Al final, sin que viniera a cuento, destacaba el “#YoSoyLaloRivera”.

Isabella Orta escribió: “Identifican a 2 de los agresores de Ana Gabriela Guevara.

Y más abajo: “#YoSoyLaloRivera”.

Lucero Cásares: “#YoSoyLaloRivera”. No has escuchado hablar de Lady Coral Blanco?”.

¿Qué pasó ahí?

Sencillo: los operadores de las redes de Rivera Pérez pagaron miles de pesos en la estrategia, pero ésta fue tan burda que dejó las manchas.

Centenas de tuiteros incorporaron el hashtag aunque tuiteran sobre otros temas.

Las trampas al servicio de quien es acusado por el Congreso del Estado de no acreditar el uso de 411 millones de pesos.

Llamó la atención en este affaire que panistas que están a favor la transparencia y en contra de la opacidad esta vez se apostaron por exonerar a un ex alcalde que no dejó buenas cuentas públicas.

¿Con qué cara el PAN volverá a pedir justicia en temas de corrupción cuando en esta trama estuvo del lado del corrupto?

 

Los Bonos de Lalo

La Cuenta Pública de Eduardo Rivera es una caja de sorpresas.

Entre más hurgan más encuentran.

Ahora que la Auditoría Superior del Estado está revisando las cuentas del Mártir del Calvario descubrió  que como alcalde era adicto a los bonos y las compensaciones.

Dicha práctica, faltaba más, estaba al margen de la ley.

Vea el hipócrita lector:

Invadido por el espíritu navideño autorizó que la Tesorería del municipio le entregara un bono por 826 mil 900 pesos entre diciembre del 2013 a enero del 2014.

Todo esto, al margen de su sueldo, que era un sueldazo.

Hoy que la sociedad mexicana se horroriza por los 150 mil pesos que la mayoría de los diputados federales acaba de cobrar, los casi 900 mil pesos que se embolsó nuestro héroe dejan en calidad de santos a los legisladores.

El gran corazón de Lalo lo llevó a repartir 15 millones de pesos a 10 de sus más cercanos colaboradores y 55 millones al resto del ayuntamiento.

Todo un personaje generoso este Mártir del Calvario.

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