Pese a que las pruebas lo refutan, José Castrejón descarta que su cuenta de Twitter @slayden sea la punta de lanza para amedrentar a escritores y periodistas que critican a Peña Nieto

Por Guadalupe Juárez  

José Guadalupe Castrejón Aguilar, cuyo usuario en Twitter es @slayden, señalado como el presunto coordinador de un centro de operaciones que orquesta agresiones y amenazas en contra de periodistas y activistas, rechazó ser el autor de los ciberataques y negó que algún partido político o gobierno le pague para hacerlo.

En entrevista con 24 Horas Puebla, Castrejón declaró que actualmente labora en una empresa de “servicios tecnológicos”, ubicada en la capital del estado,  donde mantienen un estricto control en el equipo de cómputo, por lo que insistió que no tiene tiempo de coordinar las agresiones por las que es señalado.

Tiempo antes de graduarse −narró− se dedicó a administrar cuentas para varias empresas como community manager, por lo que manejaba diversos perfiles.

Sin embargo, al término de su relación laboral con éstas, mencionó, sólo conservó el usuario con el que se dio a conocer en la columna de Héctor De Mauleón en El Universal, donde el escritor y periodista lo acusa de ser el autor de diversas ciberamenazas en su contra, según una investigación de la Unidad Cibernética de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México.

Cuentas apócrifas 

El lunes, en la primera entrega sobre el tema, donde De Mauleón denunció una serie de amenazas hacia él y otros periodistas y activistas, mencionó de manera directa a @slayden como presunto responsable.

El martes tras la segunda publicación del tema, en donde explica el modus operandi del presunto agresor, la red de los 140 caracteres suspendió la cuenta.

Un segundo perfil apareció minutos después sólo con un doble guión bajo antes del mismo nombre de usuario (@__Slayden) y fotografía. Desde esta cuenta iniciaron mensajes donde aparentemente Castrejón Aguilar rechazaba todas las acusaciones y, a su vez, culpó a
@INGTercx, José Marqués de San Luis Potosí, como responsable.

En la misma, se deslindaba de las otras cuentas y hacía comentarios cada hora sobre las acusaciones en su contra, también anunciaba que el periódico El Universal publicaría su réplica sobre el asunto.

La apertura de una nueva cuenta modificada por dos caracteres coincidía con lo explicado por el periodista con respecto al cambio de cuentas de bots que atacaban a varios comunicadores, un usuario abría varias veces una nueva cuenta con el mismo nombre, modificado sólo con una letra o guión. No obstante, Castrejón denunció que dicha cuenta es apócrifa y sólo ha mantenido contacto con medios de comunicación que le han pedido su versión.

Agregó que ha detectado más perfiles con su fotografía abiertos y borrados en un mismo día, por lo que se deslindó de cualquier otra declaración que se realice en ellas, ya que insistió sólo le pertenece la cuenta @slayden, ahora inactiva.

La historia de @slayden 

En septiembre de 2009 abrió su perfil con el nombre de @slayden y con un avatar para estar en el anonimato. La cuenta de “bajo perfil”−como la describió Héctor De Mauleón− comenzó a tener más interacción y actividad con otros usuarios cuando Castrejón, quien estudió Ingeniería en Computación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), participó en diversos concursos y al dar conferencias en el Estado de México y la Ciudad de México, donde mantuvo contacto con las personas que asistían a ellas a través de esta red social.

De hecho, mencionó su participación en un evento organizado por Miguel Ángel Mancera en la capital del país, “la única vez que he visto a alguien de gobierno es en la premiación del concurso, ahora sólo me desenvuelvo en mi trabajo, cumplo con un horario de oficina, de 8 de la mañana a 5 de la tarde, y ya”.

Calificó los señalamientos en su contra como “graves”, puesto que considera que comentar o darle like a alguna publicación no son suficientes pruebas para determinar su relación con estos ataques e insistió no tener relación con las cuentas de bots que amenazan.

Relató que de mayo de 2010 a febrero de 2016 fue community manager de una empresa pequeña en Estados Unidos, donde administraba cuentas de Twitter y desarrollaba sitios web, empleo que dejó al inicio de sus prácticas profesionales. Y en marzo de 2016, asesoró a una persona para administrar la cuenta de bienes raíces.

“Por likes o retuits no me pueden juzgar”

Respecto a la forma en la que la Policía Cibernética detectó su presunta participación en las agresiones, el entrevistado refirió que ha ofendido a otros usuarios, pero aseveró conocerlos y “llevarse pesado” con ellos, pero negó pertenecer a un grupo que amenaza, acosa o intimida a las personas.

En cuanto a “órdenes del patrón”, mencionó que empezó como un comentario al aire después de haber ido a una taquería llamada “El Patrón”, las órdenes serían de comida, un comentario irónico que retomó más tarde en otros comentarios y que desde su punto de vista utilizan diversas cuentas porque es común la frase y no que sea exclusiva de él.

La fotografía donde habría sido identificado por las autoridades, pertenece a su cuarto, y la computadora  que se ve al fondo es personal, por lo que negó que trabaje o haya laborado en alguna especie de centro de operaciones para coordinar amenazas o ataques contra de alguien.

“Me parece que no me pueden juzgar o sólo acusar de algo que no hice, por los comentarios que hice en Twitter, repito, hay ocasiones en las que sí insulto a otros usuarios, pero son personas que conozco, con quienes me llevo así, pero soy incapaz de amenazar periodistas”, manifestó.

Reconoció que en una ocasión comentó de una forma agresiva un artículo de un periodista, quien más tarde lo señaló por presuntamente amenazarlo, acusación de la que salió bien librado ya que no pudieron demostrar que hubiera agredido de esa forma al comunicador, razón por la que tuvo problemas con la universidad, a la que deslindó de cualquier responsabilidad.

“Tuve algunos problemas de salud y personal después de esto, pero al final no se pudo demostrar nada porque la única evidencia que tienen es una captura de pantalla de la grosería que dije, lo reconozco, sí lo dije, pero no pertenezco a ninguna célula para insultar, mi nombre  es conocido pero por lo que te comentaba, participé en concursos, premios que ganamos”.

Reiteró a lo largo de la entrevista que no mantiene ninguna relación con algún partido político o alguien que pudiera pagar por las agresiones cibernéticas enlistadas por el columnista a otros periodistas y confirmó que buscó pertenecer a Movimiento Regeneración Nacional, pero su solicitud no fue completada porque no cumplió con algunos requisitos.

Agregó que no cuenta con recursos para defenderse legalmente o para demandar por daño moral a quienes lo han señalado, pero dijo que buscará la forma de hacerlo, aunque insistió que por tuits o comentarios no pueden hacerlo responsable de las amenazas que citó Héctor De Mauleón.

“Yo no me niego a dar la cara, el  que nada debe, nada teme. Sí me siento nervioso y de cierta manera asustado, pero doy la cara, y no pienso negarme a dar más entrevistas para aclarar esto”, concluyó.

Se mantiene movido en la web

Redacción

José Castrejón se ha mantenido activo en las redes sociales tras ser señalado de los ataques y pese a que su cuenta fue suspendida. Aunque asegura que ya fue contactado por El Universal para ejercer su derecho de réplica, al momento no se ha publicado en el rotativo nacional.

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