La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

Los ladrones de hidrocarburos viven en la impunidad gracias a que para una inmensa mayoría no hay prisión preventiva.

Quienes logran ser aprehendidos tampoco van a la cárcel porque con una ridícula fianza que va de los 3 mil a los 5 mil pesos obtienen su libertad inmediata.

Robar hidrocarburos, pues, es el negocio más rentable de todos cuanto hay, una vez que las ganancias son millonarias y el riesgo es infinitamente menor.

No sería extraño que haya despachos especializados en ofrecer sus servicios a los denominados “huachicoleros”.

Un lema parece estar detrás de esos despachos de abogados: “Robe ahora, no pague después”.

En los últimos años hemos escuchado mil versiones de que las autoridades federales están trabajando en generar penas severas para que los “huachicoleros” purguen las penas que merecen.

Todo, hasta hoy, ha sido una redonda y brutal mentira.

La Constitución —pese al bombo y platillo en su centenario— no ha sido modificada para que los detenidos por robo de hidrocarburos paguen lo que deben.

Con la doble iniciativa que este martes presentó en el Pleno de la Cámara de Diputados el legislador panista Eukid Castañón —y que fue apoyada por varias fracciones en el recinto— ya será viable que los  multicitados “huachicoleros” no alcancen fianza ni puedan salir libres, además de que sus penas y sanciones económicas sean más elevadas, al garantizar la prisión preventiva para quienes estén involucrados en la ordeña.

Lo que planteó en tribuna el diputado Castañón fue una reforma al artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual actualmente sólo contempla que el ministerio público pueda solicitar al juez prisión preventiva en casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación, secuestro y trata de personas.

De igual forma, contempla la reforma de los artículos 8, 9, 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Hidrocarburos, en aras de establecer penas de cárcel y sanciones económicas más elevadas.

Los números que dio son dignos de figurar en una antología del horror:

De 2000 a 2015 fueron detectadas 14 mil 168 tomas clandestinas.

Es decir: en 14 años aumentó la tasa porcentual que refleja la incidencia delictiva en un 2 mil 622 por ciento, lo que equivale a un alza anual promedio de 187 por ciento.

Ninguna empresa en el mundo tiene esa tasa de crecimiento.

En 2014, PEMEX dio a conocer que cada dos horas es vulnerada su infraestructura, con la finalidad de extraer gasolina, diésel, gas, petróleo crudo y petroquímicos.

En ese sentido, y siempre de acuerdo con las cifras del diputado Castañón,  entre 2006 y julio de 2014, en términos del anterior sistema de justicia penal, se iniciaron 10 mil 487 averiguaciones previas, con un total de 3 mil 808 personas detenidas.

De los detenidos solamente mil 484 tuvieron autos de formal prisión.

Es decir: sólo el 14 por ciento.

¿Dónde han estado los defensores de la patria y demás mártires de la democracia en todo este tiempo?

Cierto: es increíble que esto haya ocurrido durante tantos años, pero es brutalmente inaudito que nadie haya movido un dedo sobre el tema para remediar el hoyo constitucional.

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