La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

¿Qué tenían en común el cantante Joan Sebastian y el ex gobernador Mario Marín?

Algunas cosas.

Vea el hipócrita lector:

Ambos venían de abajo, del pueblo, de esa zona marginal de la cultura mexicana que sigue siendo segregada y discriminada.

Ambos tuvieron infancias difíciles, con limimitaciones económicas y marcadas por los internados.

Marín, lo sabemos, fue enviado a Amarillas, en Tlaxcala: un internado para niños pobres.

Joan Sebastian, en tanto, estuvo en dos internados: uno en Guanajuato y otro en Morelos.

Se conocieron cuando la fortuna les sonreía abiertamente.

Cuentan los testigos que hubo un clic inmediato.

Marín, como gobernador, empezó a agasajarlo y a involucrarlo en los negocios.

Con amigos en común crearon una empresa de taxis aéreos.

Cada vez que el cantante venía a Puebla llegaba a bordo de un Agusta de modelo reciente.

Una vez juntos, aparecía el alcohol, la conversación y la guitarra de Joan Sebastian.

Inevitablemente la tertulia terminaba con el cantante complaciendo al pequeño auditorio.

Y es que Marín era muy celoso en ese tema.

No quería más de diez a la mesa cuando viniera “Joan”.

Hace unos días, el periodista y escritor Héctor de Mauleón reveló en su columna En tercera persona, que se publica en El Universal, un tema que generó polémica, morbo y escándalo: Joan Sebastian, el amigo de Marín, estuvo involucrado en la trata de personas.

¿Qué dijo de Mauleón?

Que el cantante había sido señalado por diversas víctimas de trata de personas como partícipe de fiestas y encuentros en los que participaron conocidos narcotraficantes y menores de edad.

Al decir del escritor y periodista, “Amanda”, explotada sexualmente por un personaje señalado como El Boloncho, dijo que “en una ocasión entró a las habitaciones en que se encontraban las ‘chicas’ —así les llamaban en ese ámbito a las menores de 10 años de edad— y —citó textualmente la declaración—, ‘estaba ahí el artista Joan Sebastian’.

“De acuerdo con el documento, ‘Joan Sebastian les decía a las ‘chicas’ que ellas eran sus princesas y él las cuidaría como su papá’.

Según ‘Amanda’ les regalaba zapatillas y compraba los accesorios, todo en oro”.

De Mauleón se basa en testimoniales obtenidas en la averiguación previa PGR/UEITMPO/164/2014.

“Amanda”, explotada sexualmente por El Boloncho en un burdel de Taxco, Guerrero, hizo estas declaraciones en compañía de una representante de una organización contra la trata de personas.

El periodista agrega en su columna que el 8 de junio de 2015, “Julieta”, otra víctima de trata, declaró ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada que una mesera apodada “Azul” le propuso ir a ella y a otras jóvenes menores de edad a una fiesta como “damas de compañía”.

Así lo relató: “En esa fiesta están Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, y varios de sus hombres.

“(…) Es el 2 de noviembre de 2009.

“Después de beber un rato, una de las jóvenes, Nicole, pasa con La Barbie a la parte de arriba. ‘Julieta’ entra a la recámara con El Negro. En un momento determinado se escuchan los gritos de Nicole y después un disparo. De la habitación de La Barbie sacan cargando el cadáver de la joven. ‘Julieta’ se entera después de que Nicole no quiso cumplir con los deseos del capo.

“(…) Las jóvenes del Sexto Sentido  —antro de Temixco, Morelos, donde eran explotadas las jóvenes— fueron solicitadas poco después para dar servicio en un rancho. Era, de acuerdo con el testimonio de ‘Julieta’, el rancho de Joan Sebastian. Los tratantes le habían mostrado un álbum de fotos con chicas y el cantante había elegido a las que quería en la fiesta.

“La mayoría de las convocadas eran menores de edad, y Joan Sebastian, relata ‘Julieta’, se refería a ellas como ‘la mercancía’. La Barbie se hallaba entre los invitados, afirma la víctima”.

“Julieta”, nos dice Héctor de Mauleón, “nunca estuvo en el bar en el que fue explotada ‘Amanda’, y sin embargo, sus testimonios se tocan.

“La gran oscuridad de México las unió”.

Los testimonios erizan la piel, sobre todo cuando sabemos que ese personaje era visitante asiduo de Casa Puebla.

Para quienes creíamos que todavía no habíamos visto nada, estas revelaciones de Héctor de Mauleón deberían ponernos a pensar.

¿Qué dirá Marín sobre las testimoniales rendidas a la PGR?

¿Se deslindará de Joan Sebastian igual que como lo hizo de Kamel Naciff?

Quizás, lo más seguro, repita las palabras que le dijo a López Dóriga cuando éste le preguntó si el empresario de origen libanes era su amigo:

“Desde luego que no. No puede ser mi amigo alguien que atenta contra la ley y se expresa así de esta manera. Y alguien que está sospechoso de delitos contra los niños”.

Cuidado, licenciado Marín: ahora que regresó de su breve exilio español, hay reporteros que no perderán la oportunidad de preguntarle sobre el tema por más protección que usted tenga —todavía— del legendario PRIPack.

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