La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía

 

Si la del Estado de México será la Madre de todas las Elecciones en 2017, las cosas pintan mal para los partidos de siempre.

El PRI parece tener perdida la elección.

Alfredo del Mazo Maza hubiera sido un espléndido candidato en los años setenta u ochenta, cuando el país iba en la ruta de la Revolución triunfante que quería ser Neoliberal.

Su discurso —tecnocrático, monotemático, anticlimático—no emociona a nadie: ni a su padre que alguna vez quiso ser presidente de México.

Cierto: desde Los Pinos se dio la orden de ir con todo.

El problema es que sin fondo no hay forma de ganar.

El PRI espera un triunfo ahí para demostrar que sigue vivo y que en el 18 puede ganar hasta Miguel Ángel Osorio Chong.

(¿Cómo olvidar la película “El regreso de los muertos vivientes”?).

Si el PRI pierde, como puede suceder, bajarán las cortinas, harán candidato a José Narro y se echarán a dormir en espera de que el PAN los saque del atolladero.

Si el PRI gana, Eruviel Ávila reclamará la candidatura y buscarán una elección a tercios para que el PAN se imponga.

Entre los panistas hay emociones encontradas.

Algunos no entienden que Ricardo Anaya se esté jugando buena parte de su capital político en el Estado de México con una candidata que tiene todo menos las ganas de triunfar en la elección.

Y para que no haya dudas, alguien tuvo la genial idea de contratar a los despachos que en 2012 hicieron que Josefina Vázquez Mota quedara en tercer lugar.

En efecto: una mano poderosa está contratando, entre otros, al equipo de Imagen que la hundió y que la hizo aparecer como la Reina en el País de la Anorexia.

Y es que Vázquez Mota sólo es experta en algo: en perder y en poner cara de “perdí, pero mi ego sigue intacto”.

Metida entre dos cartuchos quemados, la profesora Delfina Gómez, de Morena, tiene todo para crecer y disputarle al PRI la gubernatura.

Y es que no se necesita ser sabio para entender que la disputa será entre Del Mazo y Gómez.

Vázquez Mota, fiel a su costumbre, se irá achicando hasta quedar en tercer lugar.

¿Qué pasará si gana una maestra con hambre y con un discurso en contra de los corruptos del PRI y el PAN?

Varias cosas: Ricardo Anaya y Margarita Zavala perderán abrumadoramente la posibilidad de decir que ganaron y el PRI entenderá que el panteón de los Muertos Vivientes está más vigente que nunca.

Algo es cierto: López Obrador dirá que ese triunfo es un adelanto de lo que vendrá en 2018.

Pocos ganan, muchos pierden.

Otros de los grandes derrotados serán las encuestadoras, los analistas que no dan una y Eduardo Rivera Pérez, sedicente coordinador de campaña de Miss Anorexia.

 

Una Aclaración

Un equipero de Fernando Morales le dijo al quintacolumnista que a finales de enero de 2016, cuando fue redactada y entregada al CEN del PRI la tan comentada carta de renuncia, todo mundo daba por hecho que Fernando Elías Calles era quien despachaba en la Comisión Nacional de Justicia Partidaria.

Ésa fue la razón por la que se le giró copia de la ratificación.

Quien esto escribe investigó y descubrió que debido a una penosa enfermedad, don Rafael Ortiz Ruiz había dejado de despachar en dicha Comisión y que su lugar lo estaba cubriendo el propio Elías Calles.

No fue, entonces, una actividad paranormal la que llevó a Fernando Morales enviarle una copia a quien todavía no era formalmente el presidente de la Comisión de Justicia Partidaria.

Es cuanto.

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