La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

De niño jugaba a Policías y Ladrones.

Sus contemporáneos dicen que siempre quería dirigir las maniobras.

Conforme fue creciendo se puso a hacer ejercicio y aprendió a manejar diversos tipos de armas.

El tiro al blanco se volvió una de sus pasiones.

Una noche, en un antro de la zona de Angelópolis, un subordinado suyo mató a un valet y a nuestro personaje le dio cruda moral.

Los años pasaron.

Hoy por hoy, Jesús Morales Rodríguez, titular de Seguridad Pública del gobierno del estado, sigue jugando a Policías y Ladrones.

¿Cómo llegó a esa posición?

Nadie lo sabe.

Lo cierto es que en la primavera de 2017 está plenamente rebasado.

El fenómeno de los huachicoleros del Triángulo Rojo no puede manejarse como un juego de Nintendo.

Menos aún se controla llevando a reporteros y directivos de la prensa poblana a visitar las instalaciones que supuestamente tienen la “inteligencia” para detectar a los “bad hombres”.

Morales Rodríguez, necesitado de reflectores, cree que apareciendo diario en los medios de comunicación acabará con la inseguridad.

Hace unas semanas, luego de la detención de Javier Duarte en Guatemala, nuestro personaje se prestó a un montaje con el columnista Arturo Rueda en aras de recrear la polémica aprehensión.

Y subieron la foto a las redes sociales.

Los tuiteros se le fueron encima y criticaron su frivolidad.

Hoy que el conflicto en el Triángulo Rojo llegó a la prensa internacional, Chuchito debe estar temblando de ira y de miedo.

(De él, por cierto, fue la idea de colocarle una sirena y un potente reflector al helicóptero de Seguridad Pública para asustar a los malosos).

Ya se ve que no basta con tener pasiones policiacas para ser un buen policía.

Lo que Chuchito hace hoy lo hizo en el pasado Adolfo Karam.

Y no se resolvió nada.

Demasiados reflectores quitan la concentración.

Mucha luz mata neuronas.

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