El líder del tianguis de San Martín cobra derecho de piso a informales, pero también  es empresario del ramo turístico

Por Mario Galeana / @MarioG24H

Manuel Valencia Martínez tiene una personalidad para cada uno de sus negocios.

Cuando se trata de promover la llegada de huéspedes a sus Cabañas Eco Turísticas Tláloc, cuya renta asciende a mil 300 pesos por noche, Manuel se convierte en un hombre contemplativo que resalta el espectáculo natural del apareamiento de las luciérnagas en los bosques de Nanacamilpa, Tlaxcala, y la belleza de los conventos de San Martín Texmelucan, San Salvador el Verde, Huejotzingo y San Pedro Cholula.

Todos ellos, dice, se encuentran en el corredor turístico del Izta-Popo, en el que también se insertan las cabañas Tláloc, donde se ofrecen, entre otras cosas, servicio de masajistas, tintorería, piscina cubierta y gimnasio.

Pero los lunes y martes, Manuel olvida el sincronizado juego de luces con el que las luciérnagas se cortejan. Guarda la visión del empresario en la ruta del ecoturismo y se convierte en uno de los líderes del tianguis más grande en América Latina: el de San Martín Texmelucan.

Despide a los empresarios y llama a sus grupos de choque. Una máscara invisible de irascibilidad cae sobre su rostro y de un cajón saca una lista repleta de cuentas para identificar, detenidamente, uno a uno los nombres de los comerciantes que se han negado a pagar los mil pesos mensuales que, presuntamente, les cobra para instalar sus negocios.

Valencia Martínez, dirigente de la Federación de Comerciantes, Colonos y Campesinos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (FCCCEPT), es señalado por el cobro de piso extra a sus agremiados.

Enrique Ortega López y Paloma, su hija, no conocieron jamás al empresario Manuel y su preocupación por la ruta de las luciérnagas. Del líder tianguista, en cambio, sí recuerdan varias cosas.

Recuerdan, sobre todo, el nombre. Lo llevaban pegado a la boca ocho hombres que llegaron hasta su puesto de tacos de birria, ubicado –como desde hace cuatro años– en el kilómetro 117 de la carretera federal San Martín-Tlaxcala.

Les dieron dos opciones: 30 minutos para irse o 20 pesos de cuota. Padre e hija eligieron la primera, pero antes del plazo definido los hombres llegaron de nuevo. A ella la golpearon y a él estuvieron a punto de herirlo con un cuchillo que uno de los agresores portaba, según les dijo, en nombre de Manuel Valencia.

La denuncia fue presentada ante los medios el 26 de septiembre de 2016, junto a un video que las víctimas filmaron durante la agresión.

“Llegó la gente de Manuel Valencia y nos pidieron una cuota para poder vender. Como no pagamos, nos empezaron a golpear. Son gente que llega y extorsiona de cualquier forma. Piden una cuota de aproximadamente mil pesos”, dijo Enrique en la conferencia de prensa.

Las agresiones fueron denunciadas ante la Fiscalía General del Estado (FGE), bajo el expediente 385/2016/UAT-C5. Pero éste es sólo una de las carpetas de investigación que, entre claves de números, guiones y letras, describen la historia de Manuel Valencia Martínez.

Da clic aquí para observar las agresiones entre ambulantes 

El ascenso de un comerciante

En la historia del líder comerciante aparece un hombre de mirada hosca y vientre prominente: Noé Peñaloza Hernández. Entre 2008 y 2011, gobernó el municipio de Texmelucan. Según versiones periodísticas, el ex alcalde era compadre de Manuel Valencia y, quizá por ello, actuó en consecuencia.

Manuel se convirtió, con el apoyo del gobierno municipal, en el líder tianguista más poderoso. Comerciantes aseguraban que Valencia Martínez cobraba derecho de piso en compañía de funcionarios municipales y sus propios guardias.

Pero la era de Peñaloza terminó. En 2011, otros líderes reclamaron el puesto de Manuel y la lucha fue violenta. Entre ellos se encontraba Martín Gallo Islas, el poderoso dirigente de la Agrupación de Comerciantes del Valle de Texmelucan.

Para noviembre de 2011, ambos estarían en la cárcel. Valencia Martínez, aprehendido por el delito de tentativa de homicidio, sería liberado seis meses después. Y Gallo Islas, acusado por despojo, se quedaría en la cárcel hasta febrero de 2017.

Y para el ex alcalde las cosas no serían distintas. Por el presunto desfalco patrimonial de 233 millones de pesos, el Congreso de Puebla aprobó en 2015 una inhabilitación para dejarlo fuera de ocupar cualquier cargo público por 12 años.

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Cuotas de tianguis sostienen el paraíso ecoturístico

Tras su encarcelamiento, Valencia Martínez perdió el control del tianguis de San Martín, pero mantuvo la dirigencia de FCCCEPT, que agrupa a unos mil comerciantes en un tianguis en el que se tienden, al menos, 10 mil comercios.

El poderío de la multitud ha sido utilizado por el líder comerciante como moneda de cambio ante los gobiernos municipales. Hoy, Valencia Martínez y su organización suman 16 días con las instalaciones del Ayuntamiento de San Martín Texmelucan, gobernado por el petista Rafael Núñez.

El propósito es conseguir las mejores condiciones para su organización en la reorganización del tianguis, que ahora sólo será habilitado un día de la semana.

Y, en la disputa, la administración municipal ha recogido testimonios de comerciantes a los que se les exigen mil pesos como cuota, por lo que el alcalde ha solicitado al Servicio de Administración Tributaria (SAT) una investigación al respecto.

En el conflicto ha salido a la luz una denuncia anónima enviada a esta casa editorial, en la que se señala que con el cobro de piso, Valencia Martínez se ha financiado la construcción de las cabañas ecoturísticas que posee en el municipio de San Matías Tlalancaleca.

Él mismo presume ante los medios las oportunidades de su negocio hotelero. El 17 de marzo de 2016 ofreció una conferencia desde la antigua Hacienda de Chautla, junto a Javier Flores Nava, fundador del proyecto El Santuario de la Luciérnaga, en la que ambos destacaron la belleza del corredor Izta-Popo.

Manuel, el empresario, se dio tiempo para criticar a la Secretaría de Turismo por no acudir con él a la presentación del corredor turístico. Y sonrió tersamente ante las cámaras que lo retrataban a él, y no al líder tianguista de Texmelucan.

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