Miguel Reyes Hernández, investigador de la UIA Puebla, señaló que aunque la población tiene mayor nivel educativo los salarios se han desplomado

Por Osvaldo Valencia 

En México el nulo crecimiento del salario mínimo dejaría a los jóvenes dos alternativas para obtener ingresos económicos: emigrar del país o involucrarse en actividades del crimen organizado.

De acuerdo con el director del Observatorio Salarial de la Universidad Iberoamericana campus Puebla, Miguel Reyes Hernández, aunque la población tiene mayor nivel educativo los salarios han ido a la baja.

En 2005, por ejemplo, una persona con estudios de posgrado ganaba 24 mil 191 pesos, pero esa cifra disminuyó cerca de 50% para 2016, pues un profesionista con estudios especializados apenas obtuvo un salario de 14 mil 804 pesos.

Durante la presentación del Informe del Observatorio de Salarios 2017, Reyes Hernández explicó que esta situación se replicó para los estudiantes de licenciatura, ya que hace 11 años una persona con un título universitario ganaba 11 mil 268 pesos, pero el año pasado esa cantidad pasó a siete mil 653 pesos.

“¿Qué mensaje nos dice para los jóvenes? Pues qué caso tendría estudiar si eso no implica movilidad social. No es una cuestión individual, es una cuestión social (…) Tenemos un país más educado, con cada vez más profesionistas, pero donde ganan cada vez menos”, resaltó el director del Observatorio Salarial de la Ibero Puebla.

Este bajo rendimiento económico provocaría la incorporación de la población joven a las actividades del crimen organizado, pues según datos de autoridades locales un adolescente que se dedica al halconeo para grupos  de huachicoleros puede ganar hasta 30 mil pesos al mes, mientras que estudiados en las áreas de transportes, medicina, salud pública, estadística o minería no alcanzan salarios ni de 20 mil pesos mensuales.

Y, de acuerdo con el Anuario de migración y remesas México 2016, elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), hasta 2015 había 12 millones 340 mil emigrantes mexicanos en el mundo, de los cuales cinco millones 454 mil 280 eran jóvenes cuyas edades oscilaban entre 18 a 29 años, rango generacional que representa 44.2% de la población que se va del país.

Crecen profesionistas en situación de pobreza

En el informe se destacó que en cada sector de la población escolarizada creció el porcentaje de personas en situación de pobreza.

Por ejemplo, en el año 2000 41.48% de la población que tenía estudios hasta preparatoria era pobre, pero para 2014 el porcentaje subió hasta 54.37%.

Para los egresados de posgrado sucedió una situación similar, pues en el año 2000, 3% de la población con este nivel de estudio vivía en la pobreza. Para 2014 la cifra subió a 8.18 puntos porcentuales.

“¿Cuál es el mensaje que estamos dando? Que aunque la población haya mejorado sus niveles educativos los salarios no han crecido en la misma proporción que ha mejorado la educación”, sentenció el catedrático Reyes Hernández.

Además, externó que este conflicto económico se debe a que los salarios en México no están vinculados con la productividad social de los empleados, pero sí con la debilidad de los sindicatos para defender los intereses de los trabajadores, pues  incluso los sindicatos ponen primero los requerimientos de los patrones.

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