La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía @QuintaMam

 

Entre la gente ligada a López Obrador hay una certeza:

La alianza con el PRD es más que un hecho.

Luego de los recientes desencuentros que culminaron con el fracaso en la elección del Estado de México, personeros de López Obrador y personajes influyentes del PRD iniciaron una serie de encuentros para cerrar filas rumbo a 2018.

El resultado —juran algunos— no podría ser mejor:

La alianza se cerró como un ostión y sólo afinarán el reparto de las miles de candidaturas y la repartición del gobierno federal que encabezará en el 18 el dueño de MORENA.

De ser real está versión, no habrá quien tenga la fuerza suficiente para enfrentar a AMLO.

Técnicamente se convertiría —antes de los comicios— en el próximo presidente de México.

Por lo pronto, hay señales que nos dejan ver un armisticio.

Los adictos a López Obrador ya no tocan a los perredistas como hasta hace poco.

No se burlan de ellos.

No hay vituperios en el ambiente.

Del otro lado también hay una calma chicha.

Los jefes de las tribus de ambos partidos —especialistas en los arreglos en las cañerías— parecen haberse puesto de acuerdo y sólo esperarán los tiempos para hacer oficial la tan anhelada alianza.

Las fuentes aseguran que lo más difícil ya se amarró y que sólo falta cerrar los detalles (en los que habita el diablo).

Una alianza MORENA-PRD-PT no estaría completa sin Movimiento Ciudadano, lo que también —aseguran los cercanos a AMLO— es casi un hecho.

Pero estamos en México, no en Finlandia.

Y todo puede pasar.

Puede pasar que el PRD —como es un hecho— también esté negociando todo en Los Pinos.

Después de las elecciones en el Estado de México este partido elevó su precio en el mercado electoral.

Vale más ahora que antes del 4 de junio.

En campañas recientes hemos visto hasta el hartazgo de qué está hecho.

Entre las características que lo definen hay que incluir los negocios bajo la mesa, el lucro electoral, la prostitución como forma de vida y los ríos revueltos como ganancia de pescadores tuertos.

No dude el hipócrita lector que hoy más que nunca el PRD resucite cuando menos en las nóminas de un supuesto gobierno federal de las “izquierdas”.

Algunos de los que empujan la alianza con AMLO ya se ven como secretarios de Gobernación, de Hacienda y de la SEDATU.

O como titulares del CISEN, el SAT y Relaciones Exteriores.

Están convencidos que estarían mejor con un caudillo como AMLO que con un partido como el PAN, con quien hipotéticamente ya cerraron filas.

Cierto:

Del brazo de López Obrador harían un gobierno muy similar a los de la Mafia en el Poder.

Pero eso ya no parece importarles a los pragmáticos de MORENA.

Con tal de ganar hasta las ilusiones se pierden.

¿Cómo justificará AMLO todas estas incongruencias?

Ésa es la duda que mata.

La duda que matará.

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