Por: Osvaldo Valencia
Foto: Archivo Es Imagen

En un año, un trabajador que gana el salario mínimo obtiene 26 mil 645 pesos, una cantidad marginal comparada con los 360 mil pesos que gana alguien dedicado a la distribución de narcóticos y estupefacientes.

Y es que las ganancias pueden variar según la calidad de las sustancias. Un joven, cuya identidad pide se mantenga en el anonimato, detalla que, por ejemplo, medio kilo de mariguana de una calidad normal se llega a vender en tres mil pesos, pero una onza de buena calidad se puede comerciar hasta en 30 mil pesos.

Relata que para abastecerse de mercancía, quienes no se involucran en asuntos con los cárteles de droga, acuden a las ciudades del bajío, como Guadalajara, y a la Ciudad de México, ya que, de acuerdo con su testimonio, en estas demarcaciones se manejan productos importados de Europa, porque supuestamente la calidad es mejor.

Aunque el precio de los estupefacientes puede variar, según el costo que quiera poner el distribuidor y las cantidades que se vendan, hay un promedio en su precio. Por ejemplo, la mariguana, que es la droga ilegal de mayor consumo en los últimos años, se llega a expender de tres mil a cinco mil pesos por una onza (28.34 gramos), pero la droga que tiene un mayor costo es la heroína, pues llega a cotizarse entre los 10 hasta los 20 mil pesos.

 

RAVES, DONDE MÁS SE VENDEN DROGAS

Aunque la Secretaría de Seguridad Pública ha aprehendido a narcomenudistas en calles aledañas al Centro Histórico y la zona de la Capu, estas áreas no concentran  los puntos principales para la distribución de narcóticos.

De acuerdo con un testimonio anónimo, son los raves −fiestas masivas clandestinas con música electrónica con dj’s y espectáculos de luces, que llegan a iniciar a las dos o tres de la tarde y terminar hasta el día siguiente− donde los distribuidores son más solicitados para repartir estupefacientes.

En estas fiestas los cuadros de LSD, cristal (metanfetamina) y la piedra son las drogas que más se llegan a consumir. Tan sólo por 500 cuadros de LSD pagan gasta 50 mil pesos.

 

 

NEGOCIO DE PELIGRO

En este negocio el peligro siempre presente es que te detenga la Policía en una transacción, asegura el entrevistado por 24 Horas Puebla, aunque otro de los puntos a los que se debe estar alerta es con quienes “invaden” una zona.

En seis años dedicándose a esta actividad, relata el distribuidor, en dos ocasiones ha sido asaltado y encañonado con armas de alto calibre por traficantes de otras zonas con el fin de quedarse con esa ubicación para distribuir su producto.

O incluso, revela para esta redacción, en zonas como el Barrio de la Luz, Analco y Xanenetla, hay personas que se dedican a distribuir durante las 24 horas. “Son mafias que se instalan en esos barrios. Lo hacen en los jodidos como la Rivera, Amalucan, Xanenetla, y ya sea que les hagan un llamado a las tres de la mañana, ellos mandan a alguien, van y dejan el pedido”, describe.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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