Garganta Profunda

Por Arturo Luna Silva / @ALunaSilva

En los partidos con competitividad hay una amplia baraja de aspirantes con posibilidades a la alcaldía de Puebla capital y una lista casi tan abultada como para la gubernatura, pero supeditada al género, las disputas intestinas, los caprichos mesiánicos y hasta –consideran algunos–  la buena estrella y las amistades en los círculos nacionales del poder que tiene cada quien.

Con un total de cinco tiradoras y tiradores está el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en donde las filias con la familia Peña Nieto cuentan tanto como la experiencia, las relaciones con funcionarios federales y la trayectoria de quienes abiertamente han manifestado su interés por contender.

En el Partido Acción Nacional (PAN) con claridad hay cuatro aspirantes varones, aunque podrían sumarse otros dos, dependiendo de quién sea el candidato presidencial panista.

En el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hay dos interesados visibles, aunque la definición está condicionada a la guerra interna que se libra, la cual terminará cuando lo decida el presidente nacional y seguro candidato a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador.

En este paquete de perfiles habrá que considerar al diputado local Juan Carlos Natale, por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), más todos aquellos que, una vez que se determine en sus grupos y partidos al abanderado oficial a Casa Puebla, vayan por la presidencia municipal como premio de consolación, más algún audaz independiente, el cual  por el momento no está a la vista.

Hoy, ellos y ellas son.

Las apuestas corren.

José Chedraui Budib

El empresario proviene de una de las familias de origen libanés más acaudaladas del estado.

Aunque antes había apoyado al PRI, su incursión personal en política es reciente y fue motivada por la llegada a la Presidencia de la República en 2012, de su amigo Enrique Peña Nieto.

Con el mexiquense coincidió como integrante del Grupo de Amistad –que aún existe y cotidianamente se reúne– hace más de 21 años, como los más jóvenes de las tertulias en el desaparecido Hotel Regis, en la Ciudad de México.

Desde entonces ha coqueteado con la idea de ser candidato a la gubernatura o la alcaldía capitalina. En el pasado proceso local intermedio apenas alcanzó una curul plurinominal y fue designado presidente del Comité Municipal del PRI en la Angelópolis, sin que lograra consolidar la recuperación de la estructura ni dar su toque personal a la dirigencia del tricolor de la capital del estado.

A punto de entregar esa responsabilidad en los siguientes días y con la proximidad de 2018 ha vuelto a levantar la mano para la presidencia municipal.

Alguno de sus correligionarios lo ha acusado de navegar con doble bandera, pues como empresario es socio del gobierno estatal, aunque como político es opositor.

 

Víctor Giorgana Jiménez

En la ruta de apuestas que se ha trazado el coordinador de los diputados federales del PRI están la alcaldía de Puebla, la senaduría y, como una aspiración lejana, la gubernatura. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de San Lázaro es sobrino del ex gobernador Guillermo Jiménez Morales y ha sido en dos ocasiones diputado local; en la última actualmente con licencia. El logro que cuenta con más orgullo es haber “vencido en las urnas” en dos ocasiones al morenovallismo: en la diputación local de 2013 y la federal de 2015.

Comenzó su ejercicio público como delegado de la Reforma Agraria en el Estado de México, en la época en que César Camacho Quiroz era gobernador y un novel Enrique Peña emergía en la política mexiquense. Esas relaciones le han valido su sitio de privilegio en la actual LXIII Legislatura.

Luego, de la mano del ex gobernador Melquiades Morales, de quien fue un poderoso secretario particular, comenzó su andar en la política poblana, donde además de legislador y dos veces presidente del Congreso local, ha sido el titular de Desarrollo Social municipal con Blanca Alcalá como alcaldesa.

La semana pasada destapó al titular de Hacienda, José Antonio Meade, a la candidatura presidencial del PRI durante un cónclave de diputados tricolores.

Lucero Saldaña Pérez

Tras dejar una carrera profesional que comenzó en diversas áreas de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), la dos veces senadora comenzó su participación política y ésta la ha llevado a ser diputada local y federal, así como secretaria General del Comité Directivo Estatal del PRI entre 2010 y 2014, con mucho de talento pero también con suerte.

La primera vez que ocupó un escaño fue al asumir el que había dejado, por su fallecimiento, Rafael Cañedo Benítez en julio de 2001, a menos de un año de haber comenzado su ejercicio legislativo. Sin registros de escándalos ni controversias graves, Lucero Saldaña ha destacado como una “senadora modelo” en los temas de equidad de género, combate a la trata y defensa de los derechos de los grupos vulnerables. Todavía se recuerda su valiente defensa a Lydia Cacho ante la vileza de Mario Marín y Kamel Nacif. El lugar que tiene actualmente en la Cámara Alta lo consiguió en las urnas, como segunda de fórmula de las candidaturas que encabezaron ella y la ex abanderada a la gubernatura Blanca Alcalá Ruiz. Tiene como logros académicos la licenciatura en Administración de Empresas por la Udlap, maestría en Género y Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y estudios de doctorado en Derecho y Género por el Instituto Universitario de Puebla. Su plus es el género ya que podría beneficiarla en la contienda en la cual harán falta manos femeninas en las candidaturas, debido a la obligación constitucional de paridad.

Xitlalic Ceja García

De ser la eterna porrista y brigadista del PRI, la hoy diputada federal se convirtió en secretaria General del Frente Juvenil Revolucionario con la llegada del marinismo, por su cercanía al primogénito del Góber Precioso, Mario Marín García. Antes, en la elección de 2010, fue  aplastada de manera estrepitosa en las urnas, en su intención de convertirse en legisladora local, como su compadre y candidato a gobernador Javier López Zavala.

Es o fue –eso en estos días no está claro– esposa de Lázaro Jiménez Aquino, quien ha sido señalado por corrupción cuando fue subsecretario de Comunicaciones y Transportes en el marinismo. Ella encontró la buena fortuna con la campaña de Enrique Peña Nieto, en donde para Puebla participó en la coordinación de jóvenes y construyó una amistad con la hermana del hoy presidente, Cecilia, quien –cuentan en la socialité mexiquense– es la consentida de la familia. A esa relación, más su cercanía con Mario Marín, se achaca su postulación en el Distrito 6 federal, al que se considera “el más priista” de la capital. Sube mucho a la tribuna de San Lázaro para presentar quejas, disfrazadas de puntos de acuerdo, contra el morenovallismo que luego no llegan a nada. Su aspiración a la alcaldía, más que levantar cejas causó risas –aunque no hay que descartarla–. En unos días más asumirá la dirigencia estatal del Movimiento Territorial.

Guillermo Deloya Cobián

El actual coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, de la Secretaría de Gobernación, supo sacudirse a tiempo el negativo tufo marinista, pues le renunció oportunamente al Góber Precioso, de quien fue un tiempo secretario particular al final de su sexenio.

A partir de esa posición caminó en terrenos nacionales en donde ha consolidado relaciones relevantes. En junio de 2011 fue nombrado presidente de la Fundación Colosio en todo el país, para luego ser designado presidente –en febrero de 2013– del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep) del PRI, desde donde se convirtió para muchos temas en la mano derecha del ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y hoy coordinador de los diputados federales del tricolor, César Camacho Quiroz. Por su juventud, tiene 45 años, e imagen alejada del priista tradicional, es considerado el mentor de la actual generación de jóvenes tricolores poblanos y en otras partes del país, quienes conforman su ejército de respaldos en cuadros y base, junto a sus relaciones nacionales, como la cercana que mantiene con el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, ahora su principal impulsor. Ha sido un duro crítico de las deslealtades y los timoratos  de su partido, a pesar de que por ello ha tenido que pagar algunos costos. Tiene varios logros académicos: licenciatura en Derecho, especialidad en Derecho Fiscal, maestría en Economía y Gobierno y doctorado en Planeación Estratégica y Políticas de Desarrollo, además de obra publicada. Su principal déficit es su escasa presencia física en Puebla, pues como reza el dicho: “santo que no es visto, no es adorado”.

Mario Riestra Piña

El secretario General del Ayuntamiento de Puebla tiene una sólida carrera política que comenzó como diputado local, posición que ganó en las urnas en el proceso de 2010. En la LVIII Legislatura llegó a convertirse en el presidente de la Junta de Coordinación Política y fue considerado el hombre de confianza del ex gobernador Rafael Moreno Valle en el Congreso.

De hecho, le tocó operar los temas más delicados del entonces mandatario, como la reforma electoral constitucional que dio origen a la minigubernatura, la reforma en materia de transparencia y la reforma educativa –que metió en orden a las universidades patito–. Antes había participado en la función pública en la Ciudad de México, siempre con el PAN. Hijo de un personaje muy querido, Mario Riestra Venegas, y con estudios de posgrado en Francia y Alemania, el joven politólogo –cuya vida personal y política son paradigma del panismo tradicional– no arrastra escándalos ni se le conocen cadáveres en el clóset –no por el momento–. Estudió en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y realizó un posgrado en Gobernanza Global. Junto a sus hermanos Susana, diputada local, y Rodrigo, titular de la SDRSOT estatal, además de su esposa, Patricia Vázquez del Mercado, titular de la SEP en la entidad, es cabeza de la familia con más posiciones de importancia en lo que se denomina como el morenogalismo. Aparece bien posicionado en las encuestas; es cercano a Tony Gali y Tony  Gali Jr. Los observadores señalan que estaría en camino de convertirse también en una carta del ex mandatario.

Jorge Aguilar Chedraui

Tiene una carrera construida completamente a la sombra del ex mandatario Rafael Moreno Valle, de quien fue secretario particular en los años en que era priista. Es economista por la Udlap y dice que tiene un “máster en Mercados Financieros” por la Universidad Autónoma de Madrid. Sin preparación para el área de la Salud, el actual diputado local y presidente de la Junta de Coordinación, es señalado por enriquecerse a partir de sus cargos, desde hace más de una década.

Compras opacas a empresas con las cuales está relacionado, adquisiciones inconsistentes y obras inservibles marcaron su paso por la Secretaría de Salud estatal entre 2011 y 2013. Para que llegara a ese cargo tuvo que reformarse la Ley Orgánica de la Administración Pública, ya que exigía un profesional afín al área. Antes había estado en puestos similares –desde donde maneja el dinero, antes que la salud–: coordinador Delegacional de Abastecimiento y Equipamiento del IMSS y delegado del ISSSTE. Es bien conocido entre sus compañeros por su exquisitez al vestir, usar caros relojes, tener lujos desbordados y cumplir onerosos caprichos, como negarse a utilizar aviones comerciales para algunos de sus viajes y volar en aeronaves privadas. Al ver frustrada su aspiración de ser alcalde y luego candidato a la gubernatura, posiciones que sí alcanzó el mandatario Tony Gali, se ha convertido en su detractor y amigo-enemigo, al grado de sentenciar que él es su “contrapeso”. Desde el morenovallismo se considera que es un buen operador pero quién sabe si un buen candidato dado que está demasiado perfumado.

David Villanueva Lomelí

El auditor Superior del Estado tiene un desempeño profesional principalmente ligado a la academia y como especialista en rendición de cuentas e innovación gubernamental. Es yerno del ex gobernador priista Melquiades Morales Flores.

Tiene varios grados académicos en México, Francia y Estados Unidos y se ha desempeñado como docente en varias universidades privadas y públicas, como la Escuela Libre de Derecho y la BUAP. Es autor de varios libros y ensayos en la materia de rendición de cuentas. Nunca se ha enfrentado a las urnas ni de manera personal ni correlacionada. Por su parentesco político, se le liga con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque nunca ha desempeñado un cargo ni tiene en su currículum, ni siquiera de modo cercano, trayectoria militante. La posibilidad de que sea postulado por una alianza que encabece el PAN en 2018 saltó en los informativos hace relativamente poco tiempo y esa especulación se fortaleció luego de que acompañara al alcalde capitalino, Luis Banck Serrato, en una gira para poner en funcionamiento luminarias en el conjunto habitacional San Andrés, al norte de la capital, a principios de agosto. Esa, la primera gira pública a ras de suelo del también presidente del Capítulo Puebla de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, fue interpretada como una alianza con Banck hacia la renovación de la alcaldía el próximo año. Por su trabajo como auditor, conoce todos los secretos de toda la clase política. Es difícil encontrar alguien que quiera estar peleado con él, quien revisa las cuentas públicas. Es amigo de Rafael Moreno Valle, Tony Gali, Luis Banck, Alfonso Esparza y tiene estupendas relaciones con los medios de comunicación. A Villanueva Lomelí se le observa como un tercero en discordia en caso de que ni Mario Riestra ni Jorge Aguilar superen vetos y fobias gratuitas.

Gerardo Islas Maldonado

El titular de Desarrollo Social del estado es un caso sui generis que comenzó a absorber experiencia política desde la pubertad al acompañar en sus andanzas, principalmente, a su tío Víctor Hugo Islas Hernández, quien como priista llegó a ser senador. Dueño de habilidades de excepción para las relaciones públicas, fue pilar en la campaña a la gubernatura de su amigo el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Luego fue presidente del Partido Nueva Alianza (Panal) en Puebla y operador en elecciones en varias entidades, incluida la del Estado de México, que ganó el actual gobernador Eruviel Ávila. Dejó la vida partidista para sumarse al anterior gobierno, primero, y luego tener continuidad con el mandatario Tony Gali. Además de su actividad política, ha realizado labores empresariales, altruistas y es conocido por su cercanía con personajes de la farándula. En un tema que está en el ámbito de su vida privada, pero que ha querido ser utilizado en su contra, estuvo casado con la actriz Sherlyn González Díaz, de quien se divorció.

El próximo 9 de septiembre cumplirá 34 años. En el pasado fue serio aspirante a diputado federal por la demarcación de Izúcar de Matamoros, contienda de la que se bajó para dejar terreno libre al priista Jorge Estefan Chidiac, por una negociación entre el morenovallismo y el PRI. Islas trabaja incansablemente y construye su circunstancia; él estará ahí, formado, por si la coyuntura lo favorece y se convierte inesperadamente en la carta del morenogalismo para buscar conservar la alcaldía capitalina.

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En la lista se ha mencionado también al diputado federal Juan Pablo Piña Kurczyn, quien es representante de la zona de Teziutlán e hijo del ex gobernador priista Mariano Piña Olaya. Abogado competente, el ex presidente de la Fundación Colosio se sumó al PAN recientemente y fue jefe de la oficina de Rafael Moreno Valle antes de saltar a la curul desde donde, de acuerdo con las crónicas periodísticas, ha roto total y absolutamente con el ex mandatario. Su alejamiento de Puebla y su bajo perfil mediático abonan en su contra. A favor tiene su juventud e inteligencia. Por la vía de su esposa, pertenece a la familia de los Posada, los más importantes desarrolladores inmobiliarios de Puebla. Si el candidato presidencial panista a la Presidencia es el presidente del CEN, Ricardo Anaya, Piña tendrá oportunidad de pelear por la alcaldía y/o, en un descuido, la senaduría.

Y en un lugar que corresponde más a la nostalgia del viejo PAN que a la realidad, se ha enlistado también como duda al ex senador Humberto Aguilar Coronado, conocido como El Tigre, quien antes ha levantado la mano infructuosamente para el cargo de alcalde capitalino. En su momento ni siquiera fue capaz de ganarle la elección interna a Eduardo Rivera Pérez. Sí tiene posibilidades, pero están supeditadas a que su jefe político, Santiago Creel Miranda, asesor y gurú de Ricardo Anaya, le dé el esperado empujón. Presenta números muy pobres en las encuestas serias y Puebla le resulta muy lejana, tanto como los poblanos a su figura.

Rodrigo Abdala Dartigues

Hasta antes de su llegada en 2015 como diputado federal del sobrino político de Manuel Bartlett Díaz hay muy pocas referencias profesionales, de no ser su paso como burócrata del Instituto Estatal Electoral y como secretario particular de su tío en el Senado.

El abogado por la Udlap de 31 años de edad siempre ha desarrollado su militancia política en Morena y su inexperiencia es manifiesta, lo que trata de suplir con un trato amable. Junto a Gabriel Biestro, el presidente estatal de su partido –al menos antes de que se pelearan–, construyó la corriente de los originales, así referidos por quienes nacieron en el lopezobradorismo, con la que intenta quitarle posibilidades de candidaturas a los advenedizos, políticos con más experiencia pero que provienen de otros partidos, como PRI y PRD. Su estrategia es tan simple como obvia: ofrece a los morenistas fundadores candidaturas, para ganarse su apoyo, aunque difícilmente está en capacidad de cumplirles, principalmente porque se trata de un partido de decisiones verticales en el que todo lo determina Andrés Manuel López Obrador. Dice pelear por la gubernatura para que al menos “le caiga” la alcaldía, de la mano –claro– del dueño de Morena.

Dice pelear por la gubernatura y este fin de semana el Consejo Estatal del partido le dio un impulso enorme al avalarlo como coordinador de las estructuras, junto a Abelardo Cuéllar y Alonso Aco, pero no es improbable que AMLO modifique los acuerdos y le termine cayendo la candidatura a la alcaldía.

Gabriel Biestro Medinilla

El ex brigadista estrella del lopezobradorismo en Puebla es actualmente presidente estatal de Morena, cargo al que llegó tras ser electo por el consejo en octubre de 2015 y desde donde también ha encabezado la división interna al enfrentar y poner obstáculos a los nuevos afiliados, provenientes del PRD, PRI y otras fuerzas, como los siniestros Alejandro Armenta, Luis Miguel Barbosa, Fernando Manzanilla y José Juan Espinosa.

Biestro siempre ha militado en este partido, del que fue representante ante la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en el proceso de 2015 para elegir diputados federales, en el que de inmediato el partido de Andrés Manuel López Obrador se posicionó como la tercera fuerza política en Puebla, con 12% de la votación.

Sin que haya mucha información sobre él, en el pasado era común verlo en todas las protestas, siempre que las avalara AMLO.

En su perfil de redes sociales solamente aparece su paso por la preparatoria Lomas del Valle.

De entrar de verdad a la disputa interna por la alcaldía, se dejará muestra de que su jefe López Obrador sí lo toma en serio; de no ser así, el mensaje será devastador.

Fue el principal impulsor en 2016 del académico Abraham Quiroz como candidato a la gubernatura, con los resultados ya conocidos.

Aunque no está totalmente muerto, sus opciones disminuyeron este fin de semana luego de que el Consejo Estatal determinó que la candidatura a la presidencia municipal será para una mujer.

Juan Carlos Natale López

El diputado local y ex federal es todo un caso que ha sido retratado por los reporteros de la fuente del Congreso, por sus excesos y llegar en estado tambaleantemente inconveniente a algunas sesiones.

Es un hombre muy rico, lo que quedó de manifiesto con el costo de tres millones de pesos de su boda, en marzo de 2015, aunque en agosto de un año después estaba la demanda de divorcio.

El considerado todo un mirrey comenzó su carrera política de la mano de Mario Marín Torres, a quien apoyó desde la organización Todos los Jóvenes, que encabezaba el primogénito del Góber Precioso.

Desde las filas marinistas fue propuesto como dirigente estatal del Partido Verde y de ahí saltó a una curul federal en 2009, en la última elección donde el PRI en alianza con los verdes se llevó carro completo en las 16 demarcaciones federales, antes de la caída ante el morenovallismo, un año después.

Sus relaciones con las cabezas a nivel nacional del PVEM le han valido la sobrevivencia en la política poblana, pero ni en su partido ni en el PRI tiene muchos aliados por su trato déspota, las acusaciones de traición por motivos económicos y sus excesos públicos. También estaría aspirando a una diputación federal.

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En noviembre próximo, cuando los partidos tengan más que perfilados los nombres de sus abanderadas o abanderados a la gubernatura, sin duda esta lista de aspirantes al ayuntamiento capitalino se nutrirá abundantemente con todos aquellos que no hayan logrado su Plan A.

 

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