En la audiencia de ayer,  el juez de control, Aarón Hernández, dictó auto de vinculación a proceso contra Ricardo Alexis, pero sólo por el delito de privación ilegal de la libertad de la estudiante Mara Castilla

 

Por Mario Galeana 

José Alejandro Castilla Castañeda enterró a su hija de 19 años en Veracruz y menos de 24 horas después estaba frente al probable feminicida, en una sala de audiencias de la ciudad de Puebla.

José no podía dejar de verlo. Tenía los ojos vacíos, hinchados, cansados por el entierro del día anterior. A ratos pestañeaba mientras el juez de Control, Aarón Hernández Chino, dictaba auto de vinculación a proceso en contra del implicado.

Él, Ricardo Alexis N., no volteó un solo segundo a ver a José. No volteó hacia ningún otro lado, sólo al frente. La mirada absorta, hundida en la nada. Llevaba una camiseta de un candidato priista y ya no tenía la barba de la fotografía con la cual las autoridades difundieron su captura como probable responsable del asesinato de Mara Fernanda Castilla Miranda.

Ricardo Alexis dijo sólo una frase durante las dos horas que duró la audiencia inicial por el proceso que se sigue en su contra. “¿Me permite estar unos segundos con mi mamá?”, le preguntó al juez de Control.

Ella –de 1.50 metros, morena, menuda– estaba sentada junto a los reporteros, con una hoja de papel y un lapicero en las manos. Cuando escuchó la petición de su hijo alzó la vista y le miró la espalda porque él estaba frente al juez. Durante toda la audiencia permaneció callada, con la mirada a ratos perdida en la hoja, como si quisiera hacerse invisible.

Por alguna razón los policías de la sala la sentaron junto a los medios de comunicación, y no en la hilera de sillas donde estaban José Alejandro y otros tres familiares de Mara Castilla.

Al finalizar la audiencia, la madre de Ricardo Alexis aguardó afuera de la sala. Un policía le dijo que entrara y habló con su hijo unos 10 minutos. Al salir, rodeada de cámaras y micrófonos, no quiso decir una palabra. Nadie pudo detenerla ni llamarla, porque hasta ahora ningún reportero ha preguntado su nombre.

Al iniciar la audiencia, cerca de las 9:30 horas de ayer, Francisco Tlahuicole Hernández bromeaba con su cliente, Ricardo Alexis, quien no reía demasiado.

La audiencia del lunes es la prolongación de la iniciada el viernes, horas antes de que la Fiscalía General del Estado (FGE) anunciara el hallazgo del cuerpo de Mara Castilla.

Por eso, el juez de Control dictó auto de vinculación a proceso contra Ricardo Alexis, pero sólo por el delito de privación ilegal de la libertad. Se espera que en los próximos días la Fiscalía inicie el proceso en contra del chofer de la empresa Cabify por los delitos de robo, feminicidio y violación.

Francisco Tlahuicole es un abogado joven y no es experto en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio (SJPA). Varias veces usó términos que no corresponden a este andamiaje jurídico y su defensa frente a las pruebas de la FGE fue francamente pobre.

La vinculación a proceso en contra de Ricardo Alexis tuvo dos pruebas decisivas presentadas por la Fiscalía: un video donde se observa que Mara Castilla jamás bajó del automóvil conducido por el implicado y la geolocalización de los teléfonos de ambos: dos días después, el chofer de Cabify mantuvo el celular de ella.

“No se entiende cómo es que él pudo tener el teléfono celular de la referida sujeto pasivo dos días después”, dijo el juez de Control. Él, Aarón Hernández Chino, intercalaba la exposición de su fallo con tragos de agua embotellada y miradas con el rabillo del ojo hacia el abogado de Ricardo Alexis.

Francisco Tlahuicole meneaba la cabeza y hacía un gesto burlón cada vez que el juez de Control desechaba su defensa, sostenida en que ni los videos ni los testimonios de los amigos de Mara Castilla eran probatorios de que fue retenida ilegalmente de su libertad.

La parte acusatoria, es decir, la Fiscalía, también fue regañada por Hernández Chino. Al exponer las pruebas, los agentes ministeriales mencionaron un examen pericial realizado en el Motel del Sur –donde presumiblemente Ricardo Alexis asesinó a Mara Castillo– pero no expusieron el contenido del mismo.

Al mencionar que la geolocalización de los teléfonos de la víctima y el conductor coincidían dos días después de la desaparición de ella, los agentes detallaron latitudes y coordenadas pero ningún lugar o dirección en concreto.

“Esa es una deficiencia del fiscal, pues corresponde más a un dictamen pericial que a una prueba”, consideró el juez de Control.

Pero la suma de pruebas fue definitiva para que Ricardo Alexis fuera vinculado a proceso. La Fiscalía, por su parte, pidió cuatro meses más para ampliar la investigación en contra del conductor, plazo que fue objetado por la defensa bajo el argumento de que era “muy largo”.

El juez, sin dudas, desechó la solicitud. El juicio terminará, al menos, el 18 de enero del próximo año.

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