La Quinta Columna 

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

Manuel Bartlett ha perdido el humor.

¿Qué será?

¿Los años, el cansancio, los años, la mezclilla, los años, la nostalgia?

Hace dos días, el demócrata lopezobradorista, a quien AMLO le guarda extrañas deferencias, discutió vía Twitter con Julio Hernández López, columnista de La Jornada.

Todo empezó cuando éste le sacó a colación la Caída del Sistema.

“Esa es la falsedad que usted repite. ¡Qué pena, repetidor de eslóganes!”.

Y fue más allá:

“Mentiroso, es una frase de Fernández de Cevallos, él lo reconoce. Investigue”.

Hernández López se le fue encima.

Lo mismo hicieron decenas de tuiteros que tildaron al senador Bartlett de los peores crímenes contra la democracia.

Éste siguió yendo más allá:

“Periodista serio?, difamador?, saludos también”.

Visiblemente alterado, con el colesterol malo a todo lo que da, con los triglicéridos despuntando al alba, Bartlett continuó:

“Claro!, investigue, pero diga la verdad, no se quede en insinuaciones.

“Qué pobreza egregio periodista… repetidor de falacias.

“Le repito, lo que hace usted es difamar, un periodista serio no puede decir esas cosas a la ligera. Qué pena me da.

“Bueno, llegó usted a la comicidad! Ya no merece ninguna respuesta”.

Y cerró ese expediente como tantos otros a lo largo de su vida profesional.

Lo que viene, va, parece decir monsieur.

Que será, será.

Ese mismo Bartlett, más ecuánime, zalamero con López Obrador, fue testigo cuando su jefe máximo, el mismísimo AMLO, le dio la batuta del Fideicomiso pro-damnificados a Julio Scherer.

Es decir, quiero decir: Julio Scherer Ibarra, hijo de Julio Scherer García, hermano de María Scherer de Zavala, cuñada de Margarita Zavala, concuña de Felipe Calderón.

Qué lío.

Cuánta confusión en el ambiente.

Scherer Ibarra, por cierto, se ha convertido en el gurú de López Obrador.

Todo lo que le dice es aprobado sin mediar encuestas.

Un ejemplo:

El caso Enrique Cárdenas, protegido de por vida y de por muerte de Manuel Espinosa Yglesias.

Bastó que Julio Scherer le pidiera a AMLO la candidatura de Morena a Casa Puebla para su protegido para que la moción fuese aprobada.

Entonces surgió otro Scherer —Hugo—, quien le hará la guerra sucia como sólo él sabe.

Y cuando sea el momento.

Hugo, por cierto, cuñado de Diódoro Carrasco, ex de Lía Limón, ex del Maguito Ugalde.

Qué denso vaho semejante a las virtudes humanas recorre las alas de estos días.

 

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