El primer sistema beneficia al ex gobernador Moreno Valle mientras que el segundo borra aspiraciones de Juan Carlos Lastiri

Por Mario Galeana 

El PRI y el PAN definieron el método que emplearán para designar candidatos en 2018: una convención de delegados y una elección interna, respectivamente.

En el tricolor, quien más pierde con el proceso es Juan Carlos Lastiri Quirós: el subsecretario federal prometió que presentaría 500 mil firmas ante la dirigencia de su partido, para que se aplicara una consulta a las bases en la designación del candidato a Casa Puebla. Pero hoy su estrategia acabó.

Por el contrario, en el PAN el gran beneficiario es el exgobernador Rafael Moreno Valle, quien desde meses atrás urdió y empujó la posibilidad de que la ciudadanía o la militancia de su partido definieran al candidato presidencial.

La tarde del viernes 20 de octubre, la Comisión Permanente Nacional del PAN cedió a la exigencia del ex gobernador. Frente a la resignación del dirigente nacional Ricardo Anaya Cortés, el órgano del partido aprobó este método por solicitud del PAN en Puebla. La elección interna se aplicará también para los candidatos a diputaciones federales y senadurías.

El método, sin embargo, estará supeditado a los acuerdos que tomen los líderes partidistas que integran el Frente Ciudadano por México (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano).

Al finalizar la sesión de la Comisión Permanente Nacional, Moreno Valle pidió a los líderes partidistas que se incluya a Nueva Alianza dentro del Frente Ciudadano: “No sólo por lo que puede aportar electoralmente, sino por la relevancia que tuvo durante mi gobierno en las propuestas del sector educativo. A nosotros (en Puebla) nos permitió pasar de los últimos a los primeros lugares en educación”, declaró.

De paso, criticó veladamente al PRI y a la convención de delegados que emplearán para designar candidatos: “A diferencia de otros partidos, donde se van a tomar decisiones cupulares, en el PAN estaremos permitiendo que sean los militantes quienes tomen esta decisión”, dijo el ex gobernador de Puebla.

El dedazo en el PRI y la orfandad de Lastiri

El PRI realizó un Consejo Político Nacional el mismo día que sesionaba la Comisión Permanente del PAN. Por unanimidad, los priistas eligieron que su candidato presidencial fuera designado mediante una convención de delegados.

No es gratuito que, en el argot político, este método se conozca como el dedazo. En la contienda electoral del año pasado, Blanca Alcalá Ruiz fue designada candidata mediante una convención similar, pero, en realidad, no había otra opción: fue la única que se inscribió al proceso.

Los llaman candidatos de unidad. Y, con ello, quien más pierde es el subsecretario federal Juan Carlos Lastiri Quirós. A mediados de junio, el funcionario anunció que recorrería los 217 municipios del estado para recolectar al menos 500 mil firmas.

Con ellas demandaría al presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa, una consulta a las bases del partido para definir al candidato a Casa Puebla.

Aquel arranque no oficial de precampaña fue, posiblemente, premonición del fallido plan de Lastiri Quirós, pues a su evento no acudió ningún liderazgo del PRI, salvo un par de diputados locales.

La convención de delegados  como método de designación del candidato a Casa Puebla será ratificado a principios de noviembre, según anticipó el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Jorge Estefan Chidiac, al salir de una sesión del Consejo Político Estatal el pasado sábado 21 de octubre.

Al llegar a la sesión, Lastiri Quirós reconoció que habría que “apoyar el método que ha tomado mayoritariamente el Consejo Político Nacional”.

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