La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
La guerra de lodo orquestada por Fernando Manzanilla Prieto, el célebre Duque de la Manzanilla, llegó a grados impensables cuando le pidió a Raúl Torres Salmerón que atacara en temas de salud al senador Miguel Barbosa.
En efecto:
La semana pasada, el ex vocero de Manuel Bartlett injurió al virtual candidato de Morena a la gubernatura con la saña característica de il Duce (se pronuncia “Duche”).
Ya antes había exhibido sus malas artes en otras columnas periodísticas, pero la desesperación por perder el poder local que saboreaba lo llevó a gastar ese recurso.
El Duque de la Manzanilla, pues, ataca de nuevo.
El senador Barbosa ya sabe de parte de quién son las cobardes embestidas.
Los Panchólares para el Ducado
El Duque no puede ser diputado local porque ya lo fue aunque jamás haya rendido protesta.
Cómo olvidar que en 2013, cuando aún no se reponía de haber perdido ante Tony Gali la candidatura a la alcaldía de Puebla, aceptó ir en los primeros lugares de la lista plurinominal del PAN al Congreso del Estado.
Tras la elección, Manzanilla pidió ser el líder del Congreso.
Una sonora carcajada salida de Casa Puebla fue la respuesta.
Quiso entonces negociar.
Y vaya que lo hizo.
Más de cien millones de Panchólares fueron a parar a sus bolsillos.
(Nadie en Puebla recuerda una negociación similar).
En ese momento aceptó no rendir protesta.
Una misiva bastó para renunciar a su curul.
Ahora que Alejandro Armenta le gane la puja por la candidatura al Senado de la República, Manzanilla sólo tendrá una opción: buscar una diputación plurinominal por la Cuarta Circunscripción.
Y es que tiene terror de perder por la vía uninominal.
Cosa curiosa: quien se jacta de haber logrado el triunfo de Moreno Valle en 2010, no ha ganado nada desde entonces.
Vea el hipócrita lector:
Quiso ser alcalde de Puebla en 2013 y perdió ante Tony Gali.
Quiso ser alcalde de San Pedro Cholula y perdió ante José Juan Espinosa.
Coordinó la campaña de Ernesto Cordero ante Gustavo Madero y perdió cuatro a uno.
Apoyó a Javier Corral ante Ricardo Anaya y probó la hiel de la derrota.
Quiso ser candidato de Morena a Casa Puebla y el Consejo Estatal lo envió al último lugar.
Quiso imponer a Enrique Cárdenas y Barbosa los barrió a los dos.
Con estas credenciales llega a la contienda por el Senado de la República.
El final es previsible.
No gana una.