La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

¿En qué momento se le ocurrió a Andrés Manuel López Obrador hablar de amnistía en favor de quienes por una u otra razón se encuentran en la cárcel?

Pero sobre todo:

¿En qué momento cayó en la trampa de quien le preguntó si esa amnistía abarcaba a los miembros de los cárteles de las drogas y los secuestros?

Un tema tan sensible requiere un trato sensible y no respuestas nacidas a la sombra de la ocurrencia.

Su tono dubitativo ya le dio a sus rivales el arma que estaban esperando para arremeter en su contra de aquí al día de la elección.

Entre los análisis más serios sobre el tema me quedo con el de Héctor de Mauleón.

(Desecho, faltaba más, los ladridos de un psicótico de los micrófonos que responde al nombre de Eduardo Ruiz Healy).

Dice De Mauleón:

“Por ningún camino (…) amnistiar a estos personajes garantizará la paz: sólo será una forma de cancelar el acceso a la justicia para cientos de miles de mexicanos”.

En tanto, el profesor José Díaz Navarro, vocero del colectivo Siempre Vivos, le dijo al periodista y escritor:

“Ojalá a AMLO nunca le secuestren, torturen, asesinen, despedacen y quemen a sus seres queridos. A ver si después de eso vendría a Guerrero a ofrecer perdón”.

El profesor aludía, inevitablemente, a sus hermanos levantados en Chilapa, Guerrero, por el cártel denominado Los Ardillos, asentado en el municipio de Quechultenango, donde fueron masacrados de una manera por demás brutal.

López Obrador escogió el peor momento y el peor lugar para hablar de la amnistía.

Y es que es en esa zona de Guerrero donde los agravios son mayores, no sólo con Los Ardillos sino con Los Rojos, sus eternos rivales.

Hablar, pues, de amnistía para los líderes de los cárteles resultó una bofetada.

¿Quién es su sano juicio ofrecería el perdón a los asesinos de sus seres queridos?

Lo que esa amnistía, de darse, va a provocar es una serie de presiones de esos grupos delincuenciales para que los ofendidos otorguen el perdón.

Es la historia de este país:

Las víctimas serían revictimizadas.

¿Quién asesora a López Obrador en temas de seguridad?

¿Ricardo Monreal?

¿Manuel Bartlett?

Quien lo hace ya lo metió en un callejón sin salida.

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