La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía/ @QuintaMam 

Apenas fue designado candidato del PRI a Casa Puebla, Enrique Doger revivió a algunos muertos vivientes que encontraron en las Notarías su féretro ideal: perfumado, acolchonado, adinerado.

Un caso: Valentín Meneses.

El célebre “Vale”, personaje de mi novela “Miedo y Asco en Casa Puebla”, regresó este lunes al PRI de la Diagonal Defensores de la República como parte del sabroso ritual republicano conocido como la “bufalada”.

(Búfalo es aquél que no espera ser convocado para sumarse: solito se incorpora para repartir tres cosas: su tarjeta de presentación, su currículum y varios y nutridos aletazos de caguamo).

El Vale es feliz desde que la Revolución le hizo justicia.

(Pocos son los hijos —de la Revolución— agraciados).

Y a su Cadena de Grandes Éxitos ha sumado la mencionada Notaría —adquirida a precio de ganga en el mercado negro— y una muy próspera clínica de hemodiálisis, a la que llegarán, inevitablemente, los perdedores de la contienda en calidad de pacientes.

Por cierto: el Vale no se dejó ver en esta ocasión con su Compadre, Cómplice y Todo, Mario Marín Torres —también notario—, pues nuestro héroe de la película, papá, se encuentra en Viena, Austria, en espera del nacimiento de su primer nieto: Maximiliano (de Habsburgo) Marín Ludmer.

O simplemente “Maximilian”.

(En febrero llegará la cigüeña directo de París).

Pero volvamos al edificio del PRI.

Este lunes, el virtual candidato —registrará sus aspiraciones el miércoles 1 de febrero— llegó con su equipo de campaña.

O de precampaña.

O como se llame.

Algunos nombres: Germán Sierra Sánchez, Raymundo Vega y Crespo, Javier Casique —ya estaba ahí desde endenantes— y Freddy Aco.

El primero fue designado ayer mismo coordinador de campaña.

La parte cómica en esta trama la encabezan don Álvaro Alatriste, el célebre “Mostro”, y Óscar Aguilar.

El primero amenaza con registrarse como precandidato a gobernador acarreando cuarenta camiones de campesinos pobres, malcomidos y desheredados.

(Éstos, a diferencia del Vale y su compadre, fueron ignorados olímpicamente por la Revolución).

Óscar, en tanto, planea llevar sólo cuarenta acarreados.

(Ya Alejandro Mondragón exhibió al eterno aspirante porque en un oficio confundió a Enrique Ochoa Reza —dirigente nacional del PRI— con un tal “Enrique Rocha Reza”).

Es obvio que tanto Don Mostro como Don Óscar serán bateados por la Comisión Estatal de Procesos Internos, que preside la talentosa Adela Cerezo, por no reunir los requisitos indispensables para ser Hijos Vigentes de la Revolución.

Son Hijos a secas.

Nada más.

Y eso, hoy en día, no es suficiente.

 

De Burros, Olotes y Catedráticos

Es célebre la frase “si no estudias vas a ser un burro toda la vida”.

Juan de Dios Andrade, articulista de E-Consulta, rompe la regla: estudió una maestría y un doctorado, y es un burrazo.

La semana pasada compartí con el hipócrita lector un análisis delirante, por ridículo, de este experto en ciencia política.

Las burlas no escasearon sobre su dilecta forma de repensar la realidad.

Los días pasaron.

Este lunes regresó a las andadas.

Vean lo que publicó este gran académico de la UPAEP:

“Quizá en el fondo vislumbran que Rafael (Moreno Valle) podría sellar un pacto con AMLO: el ‘Peje’ estaría dispuesto a ‘sacrificar’ al ‘Ñoño’ Barbosa a cambio de votos para ‘la grande’. AMLO para la Presidencia y MEA para la gubernatura. ¿Sería completado con (Enrique) Doger para la alcaldía? Hay que calibrar las críticas de (Miguel) Barbosa hacia MEA y Doger…”.

Ufff.

Finísima prosa.

Finísimo lenguaje.

Finísimo análisis.

Hay rebuznos que también se leen.

Los del doctor Andrade son de antología.

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