La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
López Obrador cuenta los días que faltan para el 1 de julio.
Sabe que ya nada evitará su triunfo.
Su gente alista el inevitable protocolo de entrega-recepción.
Todos los días recibe señales de otros equipos en el sentido de que ahora si será presidente de México.
De hecho, ya trabaja en el discurso que dará la noche del triunfo.
Nunca como hoy una frase de Churchill es más vigente que nunca:
“La política hace extraños compañeros de cama”.
Fuentes muy cercanas a AMLO confiaron que un ex presidente de la República está más que interesado en su triunfo.
Ahora se entiende que nuestro personaje lo saque muy poco a colación.
¿De quién hablamos?
De Ernesto Zedillo Ponce de León.
En efecto:
Casi no se refiere a él.
Y cuando lo ha mencionado ha sido en el contexto de los ex presidentes pensionados.
Zedillo no cobra la pensión millonaria que otros ex presidentes sí cobran.
La suya es emblemática, pues por decisión personal desde hace años sólo le pagan unos cuantos miles de pesos al mes.
Y la cobra para no perder una canonjía interesante:
La del Estado Mayor.
Si Zedillo renunciara a la pensión completa ya no podría tener la guardia del Estado Mayor Presidencial que lo acompaña a todas partes.
Ésa es la razón por la que acepta recibir unos simbólicos miles de pesos al mes.
Sólo por eso.
Y es en ese contexto que López Obrador menciona al ex presidente.
De paso.
Como no queriendo.
Nada que ver con los señalamientos furibundos que hace muy seguido en contra de Calderón, Fox y Salinas.
La memoria no engaña:
El peor enemigo de Salinas es Zedillo.
Y lo fue desde que aquél le dejó la economía mexicana sostenida con alfileres.
Pocas semanas después metió a la cárcel al hermano del ex presidente.
Y a lo largo de su sexenio prácticamente lo exilió del país y alimentó una brutal campaña en su contra.
Las máscaras con el rostro de Salinas invadieron el mercado.
Cierto:
“La política hace extraños compañeros de cama”.
Hoy, dos personajes aparentemente irreconciliables comparten odios y venganzas.
Un Funcionario Agresivo
Hace unos días, Alejandra Xilotl fue al ayuntamiento de Zacatlán a hacer un trámite en favor de varios ancianos de una comunidad lejana.
Un funcionario del DIF municipal, Jorge Luis Rodríguez Álvarez, montó en cólera cuando Alejandra le hizo la observación del mal trato que les estaban dando a los ancianos registrados en el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.
El tipo levantó la voz y le escupió toda clase de ofensas a Alejandra.
La indignante escena enojó a los testigos, al tiempo que el funcionario salió escoltado por dos mujeres.
No es la primera vez que Rodriguez Álvarez actúa de esta manera.
Eso es pan de todos los días en Zacatlán.