La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

Hace veintidós años, en las oficinas del extinto El Universal Puebla, Rodolfo Ruiz nos pidió a Carlo Pini y a mí la confección de una columna colectiva.

Nuestra propuesta fue La Quinta Columna, tal y como la ve el hipócrita lector, aunque sin las barajitas que heredó de El Ferruco, que nació en Cambio de la Sierra en abril de 1989.

Muchas lluvias han caído desde entonces.

Manuel Bartlett, que era priista y gobernador —y autoritario—, dejó de ser priista y gobernador, aunque sigue siendo profundamente autoritario, pese a que use saco de tweed con pantalones de mezclilla con dobladillo de por medio.

En ese tiempo tenía fama de hacer los fraudes electorales más formidables.

Hoy sigue teniendo esa misma fama, pero como ya lo santificó López Obrador ahora forma parte de los enemigos de la Mafia del Poder.

Y aunque técnicamente es un mafioso, los pejezombies han empezado a idolatrarlo.

Cuando esta columna nació, Ernesto Zedillo era presidente de México y enemigo jurado de Carlos Salinas de Gortari.

Hoy sigue siendo lo último y dejó de ser lo primero, pero lo más curioso es que ahora también es un aliado de López Obrador.

Hace veintidós años, Cuauhtémoc Cárdenas se preparaba para ser Jefe de Gobierno del Distrito Federal y era la figura más emblemática de la izquierda mexicana.

Hoy la izquierda no estará en las boletas —como bien lo ha escrito Roger Bartra— y Cárdenas se niega a tomarse una foto con López Obrador porque se siente despojado por su hijo predilecto.

Por esas fechas, Esteban Moctezuma buscaba afanosamente un encuentro con el subcomandante Marcos, mismo que fue saboteado por su jefe —Ernesto Zedillo— al obsequiarle al zapatista una preciosa orden de aprehensión.

Hoy Moctezuma es más pejista que el Papa y el Sup sigue virtualmente desaparecido.

Elba Esther Gordillo, Napoleón Gómez Urrutia y otros más eran la más viva estampa de la Mafia del Poder.

Hoy son parte de la corte del Amado Líder.

Belinda le hacía la competencia a Daniela Luján y Güicho Domínguez hacía teatro de carpa.

Hoy también son acólitos del Peje.

Cómo ha cambiado este país.

Los malos de ayer hoy son los buenos.

Varios murieron en el camino.

El propio AMLO venía de haber sido despojado de la gubernatura de Tabasco por un occiso Roberto Madrazo.

Ufff.

¿Quién movió las coordenadas?

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