César Addi Sánchez Salinas, Iztac Hernández Quiterio, José Manuel Vera Salgado y Joshue Uriel Figueroa Blázquez han sido aspirantes de Morena a un cargo de elección

Por: Mario Galeana

El fideicomiso “Por los demás”, creado por Morena para ayudar a los damnificados del 19-S, expidió 30 cheques por 12 millones 362 mil 700 pesos al diputado federal Rodrigo Abdala Dartigues y a cuatro de sus colabores más cercanos entre septiembre y marzo pasado, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).

Sin embargo, el 19 de marzo, Andrés Manuel López Obrador detalló en un video publicado en sus redes sociales que en Puebla se habían repartido sólo 10 millones 387 mil pesos a cuatro mil 328 personas que resultaron afectadas por el terremoto. Es decir, un millón 975 mil 700 pesos menos de lo que cobraron en distintas sucursales bancarias el próximo coordinador de Programas Sociales en el estado y sus cuatro colaboradores.

Los cercanos al diputado federal son César Addi Sánchez Salinas, Iztac Hernández Quiterio, José Manuel Vera Salgado y Joshue Uriel Figueroa Blázquez. Todos comparten dos atributos: han sido aspirantes de Morena a un cargo de elección —en el proceso de este año o en 2015—, y estudiaron en las facultades de Economía, Ciencias Políticas y Derecho de la BUAP.

Los primeros dos cobraron, cada uno, ocho cheques bancarios por tres millones 265 mil 800 pesos. Vera Salgado obtuvo siete cheques por tres millones 90 mil 600 pesos. Todos acudieron a las mismas sucursales bancarias el mismo día, y de ahí se explica que los números de cheques que recibieron tengan una numeración sucesiva, continua.

Por ejemplo, Sánchez Salinas cobró un millón 107 mil 600 pesos por el cheque 523339 en una sucursal bancaria de Puebla. A Hernández Quiterio se le expidió el cheque 523340 por la misma cantidad. Y a Vera Salgado le correspondió el cheque 523341 por, exactamente, los mismos 1.1 millones de pesos.

A Rodrigo Abdala Dartigues, responsable de la ejecución de los recursos del fideicomiso en Puebla, le correspondió el cheque 523338 por un monto idéntico, sólo que, en su caso, el INE dijo que la sucursal bancaria de retiro no había sido identificada.

El diputado federal recibió dos cheques más que, junto al primero, suman un millón 680 mil pesos. Se trata de los cheques número 493252 y 512893, por los que recibió 260 mil 400 pesos y 312 mil pesos, respectivamente. El segundo fue expedido en una sucursal bancaria de San Ángel, donde se entregaron cuatro cheques más de entre 175 mil 200 pesos y 312 mil pesos a sus otros cuatro colaboradores.

Joshue Uriel Figueroa Blázquez fue quien menos recursos administró, pues recibió cuatro cheques por un millón 523 mil 200 pesos: los números 5112894, 521730, 521745 y 521761.

La red de ejecutores del fideicomiso

Los principales receptores de los cheques de caja del fideicomiso fueron Iztac Hernández Quiterio y César Addi Sánchez Salinas.

El primero cobró estos recursos aun cuando funge como asesor del bloque parlamentario de Morena en el Senado de la República desde marzo de este año y hasta agosto próximo, plazo cuando finaliza su contrato. Por esta labor recibe un pago mensual de 18 mil pesos, de acuerdo con información de transparencia de la Cámara alta. Antes firmó un contrato laboral por un año, de diciembre de 2016 a diciembre de 2017, por 15 mil pesos mensuales.

Hernández Quiterio es suplente del diputado federal electo Alejandro Carvajal Hidalgo, pero antes, con el voto de 49 de 139 consejeros estatales de Morena, trató de ser abanderado a diputado federal por el distrito 12 de Puebla, una posición que le fue entregada a Saúl Huerta Corona.

Los registros del INE señalan que Hernández Quiterio cobró los cheques del fideicomiso entre septiembre y marzo de este año, lo que implica que, mientras buscaba ser candidato, participó en el reparto de recursos para damnificados: una forma de promoción personal que, quizá, no tiene parangón.

A su vez, César Addi Sánchez Salinas forma parte de los ex perredistas que abandonaron al Sol Azteca para nutrir las filas de Morena. En 2011, mientras aún estudiaba en la Facultad de Derecho de la BUAP, fue candidato a diputado federal suplente por el PRD en el distrito 12. La fórmula era encabezada por el ex académico Nicéforo Rodríguez Gaytán, un ex integrante de la tribu Izquierda Democrática Nacional (IDN) que en este proceso electoral fue denunciado ante el INE por utilizar el Zócalo de Puebla para un mitin de Morena.

Sánchez Salinas ascendió con rapidez en los círculos más cerrados de Morena, a donde llegó en 2015. En aquella elección federal ocupó la posición número tres de diputados federales plurinominales de Morena en la Cuarta Circunscripción, pero renunció para ser, precisamente, suplente del sobrino político de Manuel Bartlett, Rodrigo Abdala, quien compitió como candidato en el distrito 12 de Puebla.

En 2016, Sánchez Salinas fundó una consultora de comunicación política denominada Cipolmex SC, de la que también forma parte Joshue Uriel Figueroa Blázquez, quien se define a sí mismo como un activo defensor de derechos humanos y “luchador social” contra los proyectos de muerte.

De hecho, el 7 de abril de 2016, Abdala Dartigues ofreció una conferencia de prensa desde la Cámara de Diputados para denunciar que, supuestamente, Figueroa Blázquez había sido amenazado de muerte por haber mostrado su rechazo a la construcción de una hidroeléctrica denominada “Gaia”, proyectada en Zacapoaxtla.

Al igual que Sánchez Salinas, Figueroa Blázquez fue candidato a diputado federal suplente en el distrito 6 de Puebla durante el proceso electoral de 2015, y, un año más tarde, fue representante propietario de Morena en todos los consejos distritales locales de la capital.

Entre los cuatro, José Manuel Vera Salgado es quien posee un perfil menor al interior de Morena. En 2015, fungió como representante del partido ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y, para el proceso en curso, fue propuesto por el Consejo Estatal como posible candidato a diputado local por el distrito 19 de Puebla, donde la cúpula designó finalmente a un advenedizo: el ex aliancista Héctor Alonso Granados.

¿Lucro, proyección política o solidaridad?

El Comité Técnico del fideicomiso “Por los demás” y su administrador, Pedro Miguel, negaron que representantes de Morena hayan entregado los recursos para damnificados con una intención político-electoral.

“Pregúntenles (a los beneficiarios) si les pidieron que votaran por Andrés Manuel López Obrador o por algún candidato al momento de entregarles el efectivo”, señaló Pedro Miguel en una conferencia de prensa ofrecida el sábado 21, donde presentó cajas con los nombres de los supuestos beneficiarios, pero argumentó que éstos no serían publicados en un sitio web porque “sería ilegal e incorrecto exhibirlos”.

La declaración del administrador del fideicomiso contradice la versión de Abdala Dartigues, quien, siendo responsable de la ejecución de los recursos en Puebla, declaró a esta casa editorial que él mismo participó en el levantamiento del censo de daños y en la posterior entrega de los apoyos, los cuales consistían en dos mil 400 pesos por persona.

“Hubo personas beneficiadas que son afines a otros partidos, el apoyo no estaba partidizado. Nunca se les hizo referencia de que era un tema político. Es más, cuando fuimos a hacer el primer levantamiento, en la entrada de una de las juntas auxiliares de Jolalpan nos encontramos al periodista Arturo Rueda. Él nos preguntó que por qué no íbamos vestidos como Morena, y le explicamos que no queríamos hacer del dolor ajeno un tema electoral”, narró el 24 de mayo, durante una entrevista telefónica otorgada a 24 Horas Puebla.

Abdala Dartigues, recientemente nombrado coordinador de Programas Sociales, una posición que le permitirá administrar los recursos de la Federación destinados a Puebla de 2018 a 2024, reconoció que los brigadistas de Morena no tenían un criterio sistematizado para elegir a los beneficiarios del fideicomiso.

“Lo hicimos a ojo de buen cubero porque ninguno de nosotros es ingeniero o especialista. Buscábamos a las personas que más daños evidentes tenían. Había personas sin techo, personas con grietas en las paredes; se priorizaba a quien se le había caído el techo o las paredes”, refirió.

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