Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

 

La campaña entra ya en la etapa definitiva, a nivel federal, parece hasta reiterativo mencionar que la lucha por la presidencia de la República está más que definida a favor de López Obrador y su Morena.

También ya lo hemos comentado, la pelea está por el segundo y tercer lugar, así como por el Senado de la República y la Cámara de Diputados, donde se ha observado que sí existe un voto diferenciado, que es cercano a 10%.

A nivel local, la pelea es entre la coalición Por Puebla al Frente y Juntos Haremos Historia, es decir, entre PAN y Morena, con un priismo haciendo esfuerzos aislados, pero terriblemente abandonados por su dirigencia nacional y por su candidato José Antonio Meade, que tal vez entendió que nada, absolutamente nada, puede hacer en Puebla.

La lucha por las diputaciones federales y el Senado de la República parece inclinarse a favor de Morena, aunque Acción Nacional y sus abanderados hacen un buen esfuerzo y sienten ánimos renovados merced a que hubo un repunte en los números de la campaña local.

Aun así se estima que al menos 10 distritos pueden ser ganados por Morena, principalmente tres de cuatro en la capital o tal vez hasta los cuatro. En tanto, Acción Nacional puede obtener cinco o tal vez menos, todo depende de cómo se muevan las tendencias en estas dos semanas, cuando ya casi todo está dominado por la fiebre futbolera.

En la lucha por el Senado la ventaja es para Morena y su dupla, pero Acción Nacional, reitero, viene de atrás, habrá que ver si le alcanza en las últimas semanas de la campaña para poder cerrar la elección.

El PRI está prácticamente en la lona y sufrirá la peor derrota en sus más de 80 años de vida, no ganará ni una sola diputación federal, aunque en dos distritos tiene posibilidades y se irá al tercer lugar en la pelea por el Senado de la República con dos pésimos candidatos, Juan Carlos Lastiri y Xitlalic Ceja, aunque no es la culpa de ellos el que se hayan hundido, sino de la marca.

A nivel estatal las cosas mejoraron para la coalición Por Puebla al Frente tanto en el plano estatal como en el municipal.

Exactamente el 22 de mayo escribí la columna bajo el título El horno no está para bollos donde di cuenta de una reunión celebrada en Las Fuentes, donde por fin se reconocía la importancia que la capital tenía para poder ganar la gubernatura, razón por la cual Eduardo Rivera y Martha Erika Alonso harían campaña de manera conjunta.

En ese momento las cosas no estaban nada bien para los dos candidatos, quienes sostenían una lucha muy cerrada contra los aspirantes por Morena.

La estrategia de unir ambas campañas dio resultado y así lo demuestran los números, que le dieron un fuerte impulso a ambos personajes (Martha Erika y Eduardo) y a su vez también mejoró el panorama de las candidaturas locales.

Los señalamientos contra el candidato por Morena a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa, a los que no ha dado respuesta, así como el bajo nivel de conocimiento de Claudia Rivera, a su vez juegan en contra de los candidatos por la coalición Juntos Haremos Historia, quienes comienzan a ceder terreno.

Todo comenzó en la capital, que le empezó a responder de la forma en que lo esperaba a Eduardo Rivera, quien ahora ve mejor la perspectiva en la cuarta ciudad más importante del país.

Hay quienes aseguran que por fin las líneas se cruzaron entre ambos candidatos, habrá que ver qué dicen los sondeos en las últimas dos semanas que aún le restan a la campaña.

Los que saben del tema aseguran que la etapa de las propuestas ya culminó y ahora lo que sigue es lo peor, la campaña negra, la guerra de lodo, la guerra sin cuartel para tratar de darle la puntilla al rival y consolidar la ventaja o arrebatársela al adversario ¿Será?

La atención del pueblo de México se centra en la actuación de la Selección Mexicana, el cuadro nacional, que arrancó con el pie derecho su participación en el mundial de Rusia 2018, luego de lograr lo que parecía imposible, derrotar a la amplia favorita, la selección de Alemania.

Las últimas dos semanas de campaña, se dice, serán las más cruentas, las más duras, pero también las que definirán el rumbo de Puebla para los próximos años.

El cierre, se dice, será de pronóstico reservado y se aceptan apuestas.

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