Por: Agencia Notimex

 Un equipo de investigadores en Nueva Zelanda desarrolló chips de computadora con una funcionalidad similar al cerebro, que podrían reducir significativamente las emisiones globales de carbono de la informática.

Las señales en los chips son notablemente similares a las que pasan a través de la red de neuronas en el cerebro, que es un órgano muy bueno para procesar información utilizando cantidades muy pequeñas de energía, afirman científicos de la Universidad de Canterbury.

Esta nueva tecnología podría permitir una “informática de vanguardia” y, al mismo tiempo, abordar el cada vez mayor consumo de energía de las computadoras, aseguran los desarrolladores en un artículo publicado esta semana en la revista estadunidense Science Advances.

También reduciría significativamente la cantidad de datos compartidos con compañías como Google y Facebook, todo lo cual contribuiría a la reducción de las emisiones globales de carbono del sector informático.

Explican que los chips se basan en la auto-organización de nanopartículas, aprovechando los principios físicos a escalas inimaginablemente pequeñas, cien mil veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano, para crear redes similares a las del cerebro.

Los componentes de este nuevo chip están a nivel atómico, por lo que no se pueden ver a simple vista o con microscopios convencionales, pero “realmente imitan el comportamiento de señalización del cerebro”, precisan.

El profesor Simon Brown de la Universidad de Canterbury comenta que el equipo investigador se sintió sorprendido a medida que las avalanchas de pulsos de voltaje en los chips replicaron las que se observan en el cerebro humano.

“Estas son las señales que transmiten instrucciones de una neurona a otra, por lo que replicarlas era un paso muy importante para poder hacer los chips de computadora con funcionalidad similar al cerebro”, precisa y dice que estos nuevos dispositivos podrían proporcionar un tipo diferente de inteligencia artificial.

“Creemos que podemos diseñar estos chips y controlar su comportamiento para hacer cosas como el reconocimiento de patrones o imágenes. La clave es el procesamiento del chip y su bajo consumo de energía”, lo que finalmente disminuiría la huella de carbono digital, añade.