Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

A pesar de la enorme cantidad de recursos con los que contará la administración estatal para el próximo año, las cosas se antojan cuesta arriba debido a una serie de acciones impopulares para cerrar 2019.

Nada agradable luce la situación, luego de que a finales de este mes, 15% de la plantilla de trabajadores de la administración estatal se quedará sin trabajo, lo que constituye un duro golpe para cientos de familias poblanas, las cuales tendrán una amarga cena de Navidad.

El despido de cientos de burócratas no es para nada una buena señal, ni mucho menos contribuye a la popularidad de la naciente administración, la cual deberá cargar con el peso de estos despidos a todas luces impopulares.

Pero por si fuera poco, a inicios de año la población tendrá que hacer frente a una serie de pagos como el predial, el agua potable y también el reemplacamiento y el cambio de la tarjeta de circulación, lo cual se suma al incremento a la tarifa del sistema de transporte público, medida por demás dura en contra del bolsillo de miles de familias poblanas.

Por supuesto que se entiende que la administración estatal tendrá todo tipo de necesidades, y que el factor recursos es fundamental, sobre todo porque se trata del arranque real de la nueva gestión, la cual inició formalmente en agosto, pero que en los hechos se comenzará a medir a partir del primer mes del próximo 2020.

El 2020 se avizora como un año sumamente complicado desde cualquier punto que se le vea, no solamente en lo económico, donde se necesita una inyección que reactive la inversión y la generación de empleo, sino porque además se tienen que pagar al inicio, pesadas cargas como las ya antes mencionadas.

La gente de verdad se debe preparar para un 2020 que será de verdad difícil en materia económica y eso no se debe perder de vista, a pesar de que el gobierno busca ejecutar un presupuesto con claros tintes de clientelismo electoral.

El próximo año, sin duda, deberá ser muy importante para ver si Morena tiene la oportunidad de reponerse de un primer año, el cual no ha sido nada bueno.

EN ALGÚN LUGAR DE PUEBLA ESTÁN DEPRIMIDOS

En algún lugar de Puebla, hoy en vez de fiesta hay depresión.

Las botellas de champaña que ya estaban listas se tuvieron que guardar para otro día, quizá para otro momento.

Yo entiendo, y no es para menos, es muy difícil perder un negocio de miles de millones de pesos que ya estaban asegurados y que hoy tendrán que esperar, tal vez para un mejor momento.

No es fácil verse administrando la reputación del gobernador a través de su cuenta pública y de pronto verla perdida.

Tampoco es fácil soñarse chantajeando al rector, a los presidentes municipales y demás organismos a cambio de la aprobación de sus cuentas públicas, aunque tampoco hay que dar por hecho que no será así.

Y es que la Junta de Gobierno del Congreso del estado postergó, una vez más, ante la falta de consensos, la terna para designar al nuevo auditor Mayor del Estado.

Por cierto, Francisco Romero Serrano cometió el mismo error en el que incurrió en 2010 Javier López Zavala cuando aseguraban que su acta de nacimiento era de Guatemala, el muy ingenuo salió a decir que no era del país Centroamericano, sino de Chiapas, lo que querían sus adversarios.

Ahora, Romero Serrano admitió que es priista como se documentó en este mismo espacio, al pedir su baja del padrón del PRI. Touché.

No lloren, no todo está perdido, estoy seguro que en el Congreso de Puebla no hay dignidad, por lo que no se puede dar por descontado que el favorito se salga con la suya y las botellas de champaña, ahora sí, las podrán disfrutar, después de todo, para eso es el poder, para poder.

Todo a la vieja usanza.