Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE

La titularidad de la Comisión de Derechos Humanos en Puebla se ha convertido en los últimos años en una posición muy codiciada.

Lamentablemente, en la mayoría de los casos, como sucedió con el último ombudsman poblano, esta posición se ha convertido en una palestra política antes que garante de los derechos humanos de las personas.

Por desgracia, el organismo también ha sido manoseado y controlado por los gobiernos en funciones respondiendo a intereses de grupos y no a la legalidad en favor de los ciudadanos.

No por menos, en la convocatoria lanzada por el Congreso del estado para elegir al nuevo titular de la CDH, 25 personas se inscribieron −16 hombres y nueve mujeres−; de estos, los diputados elegirán a uno.

En la mayoría de los casos, los aspirantes son respaldados por organizaciones o asociaciones patito que sólo sirven de paleros para promocionar la figura de algún aliado y cumplir así con el requisito que marca la convocatoria.

Son los menos quienes han llegado con cartas credenciales de organismos serios.

Existen algunos registros sobre personajes relevantes como el de Lucio Ramírez Luna, quien se ha desempeñado como académico de la BUAP, pero que al mismo tiempo se le relaciona con la nueva izquierda lopezobradorista.

Luis Armando Soriano Peregrina está muy vinculado al grupo en el poder, pues ha acompañado al movimiento de Morena en Puebla, por lo que difícilmente podría mantener un trabajo autónomo.

Uno de los perfiles que llamó la atención y se vio al inicio con seriedad fue el de Germán Molina Carrillo, director del Instituto de Ciencias Jurídicas, sin embargo, existieron dos situaciones que lo descartaron casi en automático por parte de los diputados de la LX Legislatura.

La primera, y más fuerte, tiene que ver con la utilización de la imagen de Elia Tamayo, madre de José Luis Tehuatlie, menor de edad que murió en Chalchihuapan luego de un enfrentamiento entre la población con policías estatales.

Esta decisión de Molina Carrillo, lejos de verse bien, no cayó en el agrado de los diputados quienes lo vieron como un acto de oportunismo político muy bajo.

Para la oposición tampoco es un garante de autonomía dado que durante la segunda campaña al gobierno del estado, además de buscar la candidatura interna por el partido vino tinto, al no conseguirla buscó el acercamiento con el entonces candidato Miguel Barbosa, logrando que en el último día de campaña haya visitado la institución educativa que aún representa.

Otro de los inscritos es Martín Fuentes Morales, uno de los mejor evaluados en el Congreso tanto por el bloque de Juntos Haremos Historia como de los demás grupos legislativos.

Este personaje fue procurador del Ciudadano en el sexenio de Mario Marín, aunque nunca fue parte del grupo cercano del ex mandatario estatal. Diversas organizaciones lo respaldan al haber otorgado resultados muy positivos durante su gestión a favor de los sectores vulnerables.

Y, finalmente, de las nueve mujeres inscritas destaca una en especial: Mónica Silva Ruiz.

Ella es la aún directora del Instituto Poblano de las Mujeres durante la administración del ex gobernador José Antonio Gali y en el interinato de Guillermo Pacheco Pulido.

Se trata de la mejor calificada en cuanto a preparación académica y la que en el pasado reciente ha ofrecido resultados muy visibles en las políticas de erradicación de la violencia contra la mujer.

Su capacidad ha sido probada con importantes resultados, como la aplicación de acciones generadas por la activación de la alerta de género y su nombramiento sería histórico para la entidad, pues sería la primera mujer que represente la defensoría de los derechos humanos en Puebla.

De llegar a la CDH se sentaría además un precedente favorable sobre una verdadera autonomía del organismo, donde difícilmente habría subordinación al Ejecutivo del estado.