STEM + A
Por: Raúl Miranda / @mirandaraul

Una tarde en el metrobús, escuché la frase “los jóvenes aprenden mas de su tiempo que de sus padres” y pensé que es muy cierto, es impresionante como los jóvenes aprenden más de su tiempo que de sus padres, que de su familia.

Con la carga tecnológica que les llega a cada momento, los jóvenes están más en comunicación con su tiempo que con su entorno o dicho en otras palabras: están mas en contacto con los medios sociales que con su familia.

Luego vino a mi pensamiento la frase “la realidad supera a la ficción”, que es una forma de decir que por muy rara que pueda ser una situación irreal que estemos viendo en películas o redes sociales, el mundo real -que a su vez es ya parte del mundo electrónico- siempre nos ofrece ejemplos de situaciones que superan a estas ficciones.

Al ser nuestra sociedad parte ya del mundo electrónico muchas veces no lo entendemos y terminamos detestándolo y lo criticamos intensamente, caemos entonces en una distopía, que es lo contrario a una utopía.

De acuerdo a Wikipedia, “una distopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Esta sociedad distópica suele ser introducida mediante una novela, ensayo, cómic, serie televisiva, videojuego o película”.

Esta definición puede ser mas cercana a nosotros cuando hemos leído un mundo feliz, o estado en contacto con Skynet, o cuando esperamos con ansía Black Mirror o queremos saber que va a pasar con exactitud con Fornite.

Por otro lado, a pesar de presentarse en situaciones ficticias en películas, series o videojuegos, lo digital no es irreal, es real y está presente en cada momento, por ejemplo ahora que escribo estoy pensando en las situaciones reales que viví en el metrobús donde muchos jóvenes estaban viendo su celular con historias reales o inventadas, estaban detestando la realidad de viajar dos o tres horas en metrobús y por ello se metían a un mundo irreal para hacer el trayecto mas llevadero, se sumergían en el mundo irreal que es producto del mundo real, y tal vez en su mente llegaban a un mundo utópico.

Encontrar el punto justo entre la utopía y la distopía y navegar entre el mundo real y el electrónico es realmente complicado y muchas personas se pierden, y a veces este riesgo es mayor en los jóvenes quienes están aprendiendo mas de su tiempo que de sus padres.

Por lo anterior y para hacerle frente a la distopía digital los padres deberán reflejar a sus hijos los valores que rompan con ese ciclo de estar tan pegados al celular y no a la familia, deberán reflejar justicia, amor y paciencia a cada paso que den para poder inspirar a sus hijos y así actuar como el Quijote le sugiere a Sancho:

“Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.