Como territorio, el cono sur del continente americano cuenta con una amplia diversidad de perspectivas y experiencias en temas sociales. Para dar cuenta de ello, integrantes de la academia elaboraron el libro Media Cultures in Latin America: Prácticas, conceptos y autores que América Latina aporta a los estudios de la comunicación.

En una presentación virtual que reunió a las y los autores del texto, Anna Cristina Pertierra, coeditora del proyecto, compartió que Media Cultures In Latin America comenzó con conversaciones sobre cómo es pensar en esta región viviendo y trabajando fuera de ella. “Desde Australia vemos a Latinoamérica como un espacio intelectual que va más allá de lo político”.

Tras cuatro años de investigación, el proyecto fue publicado a finales de 2019. En palabras del coeditor Juan Francisco Salazar, se trata de un libro construido de manera colectiva que se espera sea una contribución para comprender cómo los estudios latinoamericanos han sido invisibilizados por la geopolítica del conocimiento.

En sus primeras páginas, el libro aborda el concepto de mediación, la cual se puede entender como un proceso que permite la comunicación y la liberación de las culturas mudas, en palabras de Martín Barbero. Así lo escribió Amparo Marroquín, profesora de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador.

Escrito en coautoría con Omar Rincón, estableció que la comunicación implica salir del maniqueísmo y ver desde los otros. “La mediación abarca la discusión entre lo popular masivo, lo popular ancestral y los activismos políticos”. Por tanto, se debe articular la política con la gente y las tecnologías.

Rosario Radakovich, investigadora de la Universidad de la República, Uruguay, encontró que existen aspectos de la cultura popular que dan cuenta de las discusiones en la materia en Latinoamérica. En el capítulo coescrito con Ana Pertierra busca aportar insumos sobre la reinvención de lo popular en el siglo XXI, desde expresiones musicales populares o deslegitimadas.

Sobre los medios ciudadanos, Clemencia Rodríguez, académica de la Universidad del Temple en Estados Unidos, reflexionó sobre el valor de recuperar las voces cotidianas y compilarlas para que sean accesibles a las academias. Con Rosa María Alfaro como referencia, relató algunos antecedentes de generación de información por parte de grupos femeninos a partir del relato de historias.

A través de tres proyectos culturales encabezados por mujeres, Susana Kaiser, investigadora de la Universidad de San Francisco, constató múltiples prácticas transgeneracionales que brindan nuevas perspectivas de la realidad. Su trabajo se centró en la recuperación histórica de 500 años de resistencia social en América Latina, extendiendo la posibilidad de descolonizar la memoria.

La región está en constante resistencia, pero no siempre se habla sobre su relación con las tecnologías. Claudia Magallanes, académica de la IBERO Puebla, indicó que América Latina comparte el monopolio de los medios informativos que, junto con los gobiernos, controlan la opinión pública. A su vez, los países están atravesados por la violencia sistemática y el crimen organizado.

En el capítulo coescrito con Emiliano Treré se menciona la importancia de los medios sociales tecnológicos en línea y fuera de línea para complementar las luchas y resistencias. La autora destacó la posibilidad de vinculación entre los movimientos a nivel nacional e internacional.

De manera similar, los medios indígenas se ven como una metáfora de resistencia comunitaria, una práctica política para articular una vida activista y una práctica integral de suma experiencia. Así lo expresó Amalia Córdova, colaboradora de la Universidad de Nueva York.

El texto resalta la importancia de utilizar terminología indígena y volver visibles las expresiones audiovisuales que reivindican el buen vivir, así como el libre ejercicio de los derechos lingüísticos originales. La memoria audiovisual indígena, dijo, tiene especial relevancia en la actualidad, pues la vulnerabilidad de las personas mayores pone en riesgo la preservación de las culturas.

Diana Coryat, profesora de la Universidad de las Américas de Ecuador, sostuvo que conceptos como territorio y buen vivir deben ser traducidos a nuevas lenguas para comprender la realidad de la región latinoamericana. Llamó a trabajar desde un paradigma comunicacional, no mediocéntrico, así como tejer redes de trabajo horizontales en todo el mundo y nutrir relaciones recíprocas con los movimientos sociales.

Como epílogo, Nick Couldry, académico de la London School of Economics, recordó que el libro representa un nuevo capítulo en la historia del campo de investigación en cuestión. “En un año tan difícil como éste, sabemos que no podemos evitar abordar las historias coloniales que supone la modernidad”. Celebró la posibilidad de encontrar nuevos espacios para abordar las complejidades de la vida.

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