El gobernador Miguel Barbosa comienza a mover sus fichas rumbo a 2021, alertado del juego que pretende llevar a cabo su ex secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto, quien busca llevarse lo poco que queda del voto verde priista.

Ante este panorama y bajo la premisa morenovallista: “Los enemigos de mis enemigos, son mis amigos”, el mandatario enroló dentro de sus filas a quien fuera su competidor en la cerrera por la candidatura por Morena a la gubernatura, que no es otro que el senador de la República, Alejandro Armenta Mier.

El legislador poblano, nacido en Acatzingo, es el antídoto perfecto para neutralizar a Manzanilla, quien ha tendido sus redes en partidos como el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano a través de su aliado, el ex gobernador, Antonio Gali.

Armenta buscó desde 2018 la postulación de Morena a la gubernatura de Puebla y por este motivo abandonó las filas del PRI, pero se tuvo que conformar con el Senado de la República y como premio recibió la presidencia de la Comisión de Hacienda, lo cual no es asunto menor.

Desde un inicio, Alejandro Armenta comenzó a formar parte del primer círculo del líder de la bancada de Morena en la Cámara alta, el hábil e inteligente zacatecano Ricardo Monreal, quien también le dio un trato distinguido al poblano.

Monreal había hecho alianzas con el ex gobernador de Puebla y también senador de la República, Rafael Moreno Valle y había servido como puente entre los dos poblanos para limar asperezas entre ambos.

La muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, y de Rafael Moreno Valle el 24 de diciembre de 2018 abrió de nueva cuenta la lucha por Casa Puebla y Armenta perdió un tiempo valioso durante los días que precedieron a este incidente. Se quedó al margen de la designación del interinato y en el pecado llevó la penitencia.

El hoy gobernador Miguel Barbosa tomó las riendas del tema junto con Zoé Robledo, entonces subsecretario de Gobernación federal y Yeidckol Polevnsky, la dirigente nacional de Morena.

Robledo, desde Gobernación, se encargó de operar a favor del priista Guillermo Pacheco Pulido a través precisamente del entonces diputado federal, Fernando Manzanilla Prieto, quien a la postre se convertiría en secretario General de Gobierno. Polevnsky, a través de Morena, se encargó de cerrarle el paso a Armenta y abrirle el camino a su amigo Miguel Barbosa.

Cuando Armenta quiso reaccionar fue demasiado tarde y aunque luchó hasta el final para hacerse de la postulación, Manzanilla operó hábilmente desde Casa Aguayo para dejarlo fuera de la jugada. Ironías de la vida.

Manzanilla, que actuó como vicegobernador de Puebla durante el interinato, operó todo el proceso electoral desde Casa Aguayo para hacer ganar a Barbosa, sumando grupos panistas, viudos de Rafael y Martha, así como priistas y otras corrientes políticas con las que infiltró al partido Verde y al PT.

Armenta se refugió en su curul en el Senado de la República, pues prácticamente había sido desterrado de Puebla por el grupo en el poder, quien además llegó a pedir su expulsión de Morena por el famoso caso de la inyección de miel.

Pero como la vida es una tómbola, hoy Manzanilla es el defenestrado, luego de seis meses de administración barbosista, y Armenta es el “hijo prodigo” que regresó al redil para evitar que Fernando se lleve consigo lo que queda del voto verde rumbo a 2021.

El primer guiño para el senador fue cuando a una de las suyas, a la karateca Yadira Lira, se le entregó la dirección del Instituto Poblano del Deporte; el segundo vino poco después cuando los diputados armenististas se sumaron a favor de la votación para designar al Sultán.

Luego de esa muestra de buena voluntad, Armenta recibió permiso para poder visitar Puebla; incluso, aparecer en actos públicos, tan es así que placeó a su amigo el senador Monreal durante su pasada visita a la ciudad capital.

Pero nada en esta vida es gratuito, ahora Armenta tendrá mucho trabajo rumbo a 2021, porque debe impedir a toda costa que Manzanilla sume a su proyecto a las fuerzas políticas contrarias al barbosismo, ¿Podrá con la encomienda?.

EL HAREM ESTÁ TRISTE

Mis tentáculos me informan que hay mucha tristeza en el harem porque por órdenes de la casona de El Alto, El Sultán le tuvo que cortar la cabeza a Scherazada de apellido de un estado con playas preciosas. Esto, producto de los escándalos revelados en este mismo espacio.

El jalisquillo que habita en la casona de la 5 Poniente personalmente le comunicó la noticia al Sultán y tuvo que entregar la cabeza de su amada, pero además en la picota están Iván, la Española y un tal Alejandro Maldonado, quienes tienen sus días contados. Está historia continuará…

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