Foto: Cortesía Gobierno del Estado
Suman fuerzas. El gobernador y el senador signaron un pacto de civilidad que tiene como fin llevar a la unidad a Morena
Dos viejos lobos de mar de la política nacional confluyeron en Puebla. Atrás quedaron las diferencias y hoy caminan de la mano bajo un acuerdo de unidad y lealtad. Ricardo Monreal Ávila y Miguel Barbosa Huerta firmaron —sin hacerlo— un pacto de civilidad. El escenario: el histórico inmueble de San Pedro Museo de Arte en la capital poblana.
El mensaje fue claro: reconciliación.
En el recinto cultural se vaticinó la conciliación de fuerzas políticas en el estado. Las fuerzas de la nueva clase política de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), revestidas en funcionarios de los tres órdenes de gobierno.
Aunque bien dicen que en política nada ocurre por casualidad. La unión podría resultar favorable para todas las partes.
El gobernador Miguel Barbosa ha atraído a su lado a aquellos perfiles que —según los medios de comunicación, columnistas y el círculo rojo poblano— podrían representar “problemas” para su administración al frente de Puebla. Y uno de ellos es Ricardo Monreal.
Hoy las denuncias, señalamientos y discordancias quedaron en el pasado. Es más, comenzaron a hacerlo cuando el mismo Monreal operó la complicada reunión entre Barbosa y el senador Alejandro Armenta Mier, también presente en el lugar. De ello da cuenta una histórica fotografía en medio de la disputa por la candidatura a gobernador en las elecciones extraordinarias.
Tras el gesto político y de cordialidad al presentar Monreal su libro Péndulo Político junto con Barbosa; los dimes y diretes de una ruptura de Morena en el estado son cosa del ayer, o al menos, eso busca el pacto de unidad y lealtad. Monreal y Barbosa lo sostienen ante los asistentes y auguran “buenos tiempos” para Puebla y el país.
“Tengo mucho respeto por todos, por los poblanos y me da mucho gusto, mucho orgullo presentar esta obra en Puebla y le agradezco de nueva cuenta la generosidad al gobernador; le deseo que le vaya bien a Puebla y que le vaya bien a él, lo deseo de todo corazón porque lo merece Puebla, lo merece Puebla, no fue fácil la recepción de la administración pública pero con talento, con perseverancia, con paciencia y con unidad y como dijo él con lealtad puede llegarse a buen puerto, es más aquí está presente la actual clase política, parte o la más significativa y es un momento clave para reflexionar”, sentenció el senador.
“La presencia de Ricardo Monreal en Puebla provocó el interés de muchas personas que están presentes acá, su presencia concita a muchos de nosotros, ustedes, yo, y nos concita porque es un personaje, es un factor en la construcción del día a día de la política nacional. Tomo las palabras y asumamos el reto de todos, de tener una mejor convivencia política en nuestro estado, somos la nueva clase política en Puebla, tenemos orígenes diferentes, unos antes, otros después, nadie tiene el derecho de ejercer la exclusión, cabemos todos”, expuso el gobernador poblano.
Y es que la reunión congregó a la mayoría de los perfiles morenistas en el estado; aliados y rivales de la Cuarta Transformación poblana se dieron cita por igual en el recinto.
En su discurso, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República mencionó tanto al senador Alejandro Armenta Mier y a la alcaldesa de la capital, Claudia Rivera Vivanco —quienes habían tenido discrepancias con el Ejecutivo local—, como al diputado local y senadora José Juan Espinosa Torres y Nancy de la Sierra Arámburo, respectivamente, —críticos de un tiempo a la fecha del gobierno estatal—.
Entre palabras, discursos y añejas vivencias convertidas en anécdotas, la presentación de Péndulo Político dejó más que aplausos y sonrisas entre los asistentes, brindó el mensaje de que la izquierda poblana tal como un péndulo podrá oscilar de un lado hacia otro, pero ahora bajo el mismo camino y objetivo.
Hoy, al parecer todo será distinto. En San Pedro Museo del Arte fue acordado un pacto de lealtad política, tras el encuentro de dos viejos lobos de mar, quienes confluyeron y hoy van caminando de la mano.