Escribo estas líneas a pocos minutos de haber escuchado el mensaje que el Presidente López Obrador dirigió este domingo, con motivo del paquete económico para hacer frente a la caída económica que se sabe va a impactar, tanto a México como al resto del mundo, a raíz de la pandemia de coronavirus o, como se le denominó de manera oficial, el COVID 19 (y que en algún momento se convirtió en una especie de informe parcial de Gobierno).

Como referencia hay que tener presente que, en el caso de México, la caída que se espera en el PIB de México para este 2020, y que va del -3.9% (el escenario negativo presentado por la SHCP el viernes, pero que el mismo Presidente desestimó) hasta el -7% que presentó J. P. Morgan, tiene explicaciones tanto internacionales como internas.  

Entre las internacionales resaltan, desde luego, el parón que significa para los mercados mundiales el aislamiento (unas veces voluntarios y en algunos países forzado) con el que se está tratando de reducir la velocidad de contagio del virus, así como la inestabilidad en los mercados financieros y la ruptura en las cadenas de proveeduría de todo el mundo.  Sin embargo entre las internas, que sí son responsabilidad del país, resalta un muy mal 2019 en el que la economía ya venía decreciendo (-0.1% PIB 2019) como resultado de una crisis de inseguridad ,que no se ha podido contener (siendo los feminicidios su punto más álgido); la crisis de confianza que se comenzó a generar con la cancelación de Nuevo Aeropuerto Internacional de México que ya se construía en Texcoco (NAIM), pero que se fue reforzando a los largo de 2019, y que ocasionó una caída de 4% en la inversión productiva (Inversión Fija Bruta o IFB) y la caída en la actividad industrial; proyectos polémicos y una apuesta acrítica a Pemex, que no deja de dar malos resultados.

En lo económico, lo anunciado por el Presidente López Obrador decepciona.  La mayor parte de los analistas coincide en que el mayor impacto de la crisis va a darse en la destrucción de empleos y, sin embargo, no hubo una sola medida encaminada a mitigarla; aun peor, como si fuera chiste sarcástico, anuncia 177 mil millones de pesos en créditos a vivienda que quienes se queden sin chamba no van a poder aprovechar.

Sin dimensionar la profundidad que puede tener la crisis que se nos viene, renuncia a utilizar las líneas de crédito que México ya tiene preautorizadas con el FMI para inyectarle dinero a la economía y evitar que la caía sea más profunda (sí, hasta los más neoliberales están yendo contra el dogma y entienden la necesidad de una política fiscal expansiva).  Deja a las pequeñas y medianas empresas, que generan cerca del 80% del empleo en México, a su suerte (2.1 millones de créditos para PYMES, micro e informales, cuando hay 4.1 millones de PYMES en el país).

Jugando al ilusionista, presenta como logro de Gobierno la reducción en el precio de las gasolinas cuando éste se explica por la caída del precio internacional del petróleo (resultado de las tensiones entre Arabia Saudita y Rusia en la OPEP, de la que México no es miembro).  Pero va más allá y, mostrando que no ha terminado de dimensionar la naturaleza de la crisis que viene, arremete en 2020 contra la crisis de 1994-1995, como si esa discusión no se hubiera acabado hace 25 años, y deja ver que buena parte de sus decisiones corresponde más a lo que él considera se debió haber hecho en 1995 y no necesariamente a lo que México necesita en 2020.

En lo personal, me llaman mucho la atención y me preocupan los anuncios de la reducción de la carga fiscal a PEMEX por $65 mil millones de pesos (superior a lo que se manejó cuando se presentó el PEF), dado que el downgrade de sus títulos está a la vuelta de la esquina, y el anuncio de 2 millones de empleos que, ni en la realidad ni en su discurso que acaba de pronunciar el Presidente, tienen ningún sustento (en 2019 se crearon menos del 50% de los empleos formales que se generaron en 2018).

Y la cereza en el pastel, especial para los ñoños a quienes nos gusta la historia, es que en un exceso cita a F.D. Roosevelt ¡cuando el “New Deal” que impulsó F.D.R. en los Estados Unidos para superar la depresión económica es lo opuesto a la mal entendida austeridad que confirmó el Presidente López Obrador!

Ahora sí: #AyNanitaLaRanita

Otros Pecadillos

Normalmente tengo la regla de no ocupar estos espacios para mensajes personales, pero justo hoy coincide con el cumpleaños de mi hermano así que, ofreciendo disculpas al respetable, ¡muchas felicidades por tu cumpleaños Enanín! Te quiero y te mando un abrazo.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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