La irremediable caída de popularidad de AMLO, sumada a la inexistente del gobierno poblano serán sin duda factores determinantes para el fracaso de Morena en las elecciones poblanas del próximo año.

Las encuestas revelan una radiografía no necesariamente clara. Sobre todo por el comportamiento del electorado poblano. Los votantes deciden a última hora su sufragio.

El rechazo del electorado poblano a la actual administración es obvia. Los poblanos a diario muestran su inconformidad y rechazo en redes sociales y manifestaciones principalmente.

Tienen claro que el gobierno es uno de los peores del país. No se trata de la calificación del INEGI. Sino de la experiencia propia de ver al estado sumido en un letargo de obras y hechos benéficos –por cierto se aproxima el primer informe. ¿Habrá algo que informar? –.

Puebla está lejos de gobernarse con decretos, venganzas, odios y soberbia. Se requiere de trabajo al 100%. Y por desgracia eso no es posible. Tenemos un administrador con capacidades diferentes.

Aunque los defensores del gobierno y los integrantes del equipo maquillan que se trata de ataques de la oposición, la realidad no se puede ocultar. Y la vemos a diario en las conferencias mañaneras. El deterioro físico es notable e irreversible.

La buena noticia para Morena es que contará con el aparato gubernamental a su favor. Incluidos: dinero, fuerza pública –con Ardelio Vargas operando–, golpeteo a candidatos contrarios y medios de comunicación afines y porristas.

La mala es que carecen de candidatos por lo menos de medio pelo. Necesitarán un decreto que los declare ganadores por default.

En la capital poblana estará en juego la presidencia municipal. La más importante en el estado. Cualquiera de los posibles del PAN, Tony Gali, Eduardo Rivera o Fernando Manzanilla, le darían una repasada al gris Gabriel Biestro o quien designen.

La carrera estará protagonizada por caballos pura sangre contra un jamelgo. Mientras los primeros volarán por la pista. El segundo se quedará en el paddock.

Mientras Rivera y Manzanilla ya entraron al juego y están arriba de los posibles candidatos de Morena. Tony Gali, sin aparecer en público, marca diferencia y mucha con Biestro.

Ni los recursos invertidos, ni las constantes apariciones, logran que Gabriel Biestro entre en el gusto de los poblanos. La razón es sencilla. Tienen buenos gustos y en ocasiones malos ratos.

 

REPORTE DEL INFORMANTE

Lágrimas y risas. El confinamiento obligado dio oportunidad de disfrutar uno de mis pasatiempos favoritos. Releer mi colección de historietas cómicas. La diversión está garantizada.

Cuando tenía 13 años más o menos empezó mi gusto por Fantomas la amenaza elegante. Luego siguieron Archie, Educando a papá, Lorenzo y Pepita, Condorito y La pequeña Lulú entre otros.

También mi gusto por revistas especializadas de box y lucha libre.

Al mismo tiempo encontré otra diversión igual o más cómica: las columnas periodísticas locales al servicio del gobierno. Contienen diversión ilimitada. También espléndidas similitudes.

En las historietas hay ladrones, chantajistas, corruptos, villanos, vividores y otros finos personajes. Extrañas coincidencias con la vida real ¿no creen? La pequeña diferencia es la gracia de las figuras de las historietas.

¡No cualquiera puede escupir para arriba! ¡Bueno con cinismo sí se puede!

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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