La violencia en redes

La amenazó y la golpeó frente a la escuela de su hijo, a pesar de tener una orden de restricción en contra y estar en curso las demandas de divorcio, guardia y custodia de tres menores y una carpeta de investigación por los delitos de violencia familiar y lesiones dolosas…

Sin importar el estrato social, su posición, su cargo o su trayectoria todas las mujeres están expuestas a sufrir de algún tipo de violencia relacionada con su género. Este es el caso de la diputada federal suplente del Distrito 14 Federal de Puebla, con cabecera en Acatlán, Carolina Gaspar Ramírez, quien asegura, teme por su vida.

“Pará mí este es el momento de levantar la voz y de hacer público esta situación. Hoy temo por mi vida y la de mis hijos. Todo momento tengo que estar acompañada… mi vida por la violencia ha cambiado”, contó angustiada a quien esto escribe.

En su situación se encuentran más de medio millón de mujeres en el país. La última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) demuestra que al menos 531 mil 300 mujeres sufrieron violencia durante 2019, estas han sufrido algún incidente de agresión física (34%), emocional (49%), económica (29%) o sexual (41.3%), a manos de agresores conocidos o desconocidos, en público y en privado.

Seguimiento, hostigamiento y persecución. Pasó de un asedio físico a una constante desacreditación y violencia a través de redes sociales, a veces ocurre al revés. Carolina todos los días recibe mensajes y desacreditaciones, publicaciones, tuits  y hasta notas relacionadas con los dichos de su agresor y sus allegados.

Una investigación de Amnistía Internacional realizada en 2017 a cuatro mil mujeres en ocho países, reveló que el 76% de las mujeres que denuncian violencia o acoso en redes sociales cambiaron la forma en que usan estas plataformas. En particular, limitaron lo que publicaron. El 34% restante dejó de publicar contenido transmitiendo su opinión sobre ciertos temas.

La violencia ha permeado las vías de comunicación, tergiversa los mensajes y la hace parte de una supuesta idiosincrasia de la sociedad mexicana que permite y normaliza la burla, que se ríe de las feministas, que desacredita, que juzga y que no toma en cuenta el impacto y las repercusiones de estas acciones en internet que, de acuerdo con los estudios señalados deriva en la disminución de autoestima, pérdida de relaciones personales, aislamiento de la víctima, provoca daños físicos, psicológicos, emocionales, discriminación y una vulneración a sus derechos, en los peores casos, ponen en peligro su vida.

“Mis hijos temen por su vida, lo han declarado en el DIF y en el Ministerio Público, todo está documentado… es el momento de levantar la voz y de hacerlo público”.

Durante 2019, a nivel nacional, el 10% del total de carpetas de investigación iniciadas por delitos del fuero común fueron registradas como casos de violencia familiar (202 mil 409 en total) y dentro de las 98 categorías de delitos previstas en el instrumento de registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la categoría de “violencia familiar” concentró el mayor porcentaje de carpetas de investigación iniciadas a nivel nacional. Pocas de estas carpetas de investigación y demandas evitan la violencia en redes a pesar de las iniciativas para que estos agravios se sancionen. La violencia continúa.

La transformación progresiva del paradigma en torno a la privacidad, la libre expresión, y la repetición interminable de memes, imágenes, o posteos en las redes implican la diversificación de nuevos mecanismos de violencia contra la mujer y ha pesar de los esfuerzos para sancionar estos “nuevos” delitos, la violencia continua.

El Senado de la República aprobó de manera reciente la modificación a la fracción sexta al artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Con este dictamen se define que violencia digital se entiende como los actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos e información privada, divulgación de información apócrifa, mensajes de odio, difusión de contenido sexual sin consentimiento, textos, fotografías, videos y datos personales u otras impresiones gráficas o sonoras, verdaderas o alteradas.

También se considera como violencia digital cualquier otra acción que sea cometida a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, plataformas de Internet, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones o cualquier otro espacio cibernético que atente contra la integridad, dignidad, intimidad, libertad, vida privada, que vulnere algún derecho humano de las mujeres.

Las agresiones en espacios digitales tiene más prevalencia entre mujeres jóvenes, y que este tipo de violencia se potencializa en 3 perfiles principales de mujeres: a) las que viven violencia intrafamiliar, b) las mujeres profesionales con perfil público (periodistas, activistas y políticas), y c) mujeres sobrevivientes de violencia física o sexual. De acuerdo con el Informe “La violencia en línea contra las mujeres en México”, el 86.3% de las agresiones son cometidas por personas desconocidas y el 11% por conocidos, es decir; amigos, compañeros de clase o de trabajo, las parejas o ex parejas, y los familiares. 

En todos los rubros se encuentra el caso de Carolina Gaspar, quien tomó valor y levantó la voz, el hecho de hacerlo le genera temor, la pone en entredicho, afecta su vida, en lo profesional, en lo cotidiano. De acuerdo con el estudio Sobre la inhibición a denunciar de las víctimas de violencia de género, elaborado por la delegación del Gobierno para la Violencia, sólo el 28,6% delas víctimas de la violencia machista se atreve a dar el paso de acudir a la policía o al juzgado.

Datos del SESNSP revelan que durante 2019 se registraron 274 mil 487 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia de pareja y 197 mil 693 más relacionadas con violencia contra la mujer. La violencia continua.

Twitter y Facebook son los espacios digitales en donde se agrede más a las mujeres. Mediante un análisis de 80 mil mensajes,  realizado por la UNAM y la Secretaría de Gobernación se encontró que las mujeres menores de 29 años son más proclives a ser sujetas a amenazas, acoso, así como contenido de misoginia y agresiones.

Para Carolina Gaspar la violencia continúa… también para las mujeres en México.

luisgarcia.bushido@gmail.com

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