A pesar de que con la llegada de la 4T algunos creyeron que las dependencias, universidades e institutos públicos dejarían de ser un negocio familiar, eso en el Instituto Tecnológico Superior de Atlixco (ITSA) no sucede.
Ante la debilidad en el cargo del titular de la Secretaría de Educación Pública, Melitón Lozano Pérez, los directores de los institutos tecnológicos del estado se reparten el botín que envía el gobierno federal para la operación de los centros escolares contratando familiares y amigos aun sin cubrir el perfil.
En el ITSA el nepotismo es alarmante, el flamante director: Leopoldo González Rosas solapa y es cómplice de las irregularidades.
Empecemos por el director académico de nombre César Sánchez De La Luz, quien por principio tiene a su hermano Óscar Sánchez de la Luz contratado como coordinador de comunicación, pero entre sus funciones activas, es decir en la realidad es conductor de los vehículos del instituto, ya que no cuenta con el perfil de estudios para el puesto que fue contratado.
Otro caso es el de la subdirectora académica Areli Camarillo Zúñiga cuyo esposo Alejandro Lozano Montiel, fue colocado como coordinador de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica, el problema no es menor ya que ella es su jefa directa, los beneficios son muchos: le facilita gestiones, recursos y hasta permisos.
Para seguir con el negocio familiar otros cónyuges que trabajan en la misma área, son Carlos Iván Cortés Peña y Ana Lilia Muñoz Vargas. Y aunque parezca una exageración también la titular del área de psicología del tecnológico, Antonia Pacheco y Miguel Tobón docente en la carrera de Sistemas son esposos.
Y es que González Rosas entró de tajo con por lo menos una decena de personas para colocarlas en puestos claves.  El flamante directivo además de solapar el nepotismo presume a propios y extraños el respaldo del gobernador Miguel Barbosa Huerta para hacer lo que a él se le pegue en gana, además de insinuar que es pariente cercano de la subsecretaria de educación superior, América Rosas Tapia, sin que esto esté comprobado.
Aunado a ello, se suma la herencia del joven yunquista Guillermo Antonio Almazán Smith, que además de haber sido acusado de misógino y homofóbico en múltiples ocasiones dejo edificios en mal estado, falta de insumos en los laboratorios para las prácticas profesionales de alumnos, baños deplorables sin papel.
Aunque eso es solo la punta del Iceberg da muestra de que los nuevos funcionarios recurren a las añejas prácticas de corrupción. En próximas entregas se darán más detalles de las formas de operar de estas mafias familiares.

A fuego cruzado

Los daños colaterales de la pelea entre el gobernador Luis Miguel Barbosa y el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) han pegado fuerte a los posgrados de la institución pública.
En la batalla frontal, uno de los alfiles de Barbosa: el auditor Superior del Estado (ASE), Francisco José Romero Serrano prohibió a los estudiantes de la maestría en auditoria gubernamental seguir acudiendo a las clases que tomaban en el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la BUAP, ya que la mayoría labora en la dependencia que él dirige.
 Con la decisión del auditor más de la mitad de la matrícula del posgrado que dirige Mario Demetrio Palacios Moreno dejo de estudiar en la universidad pública.

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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