La debacle política de Puebla es más grave de lo supuesto. La enfermedad que padece es superior a una discapacidad. El presidente AMLO decidió el destino terminal. Ante el panorama, los barbosistas decidieron enarbolar la bandera de la corrupción.

El ahorcamiento del estado empezó en el momento del final de la visita del Presidente. La detección de llamadas de la administración estatal con gobernadores del bloque opositor marcó la suerte de Puebla.

Aun cuando el gobernador dice tener una gran experiencia política, basada en su trayectoria, equivocó la estrategia. La intención de coaccionar a AMLO tendrá consecuencias.

Las peores son que cortará la llave de los recursos y apoyos para Puebla. Sin el manto protector de un cuarto bate en el gobierno federal, el fallecimiento político del barbosismo es inevitable. Y llegó antes de lo previsto.

Qué sigue: entregar el proceso de elección de candidatos a la culpa obradorista. Muerto el liderazgo —en realidad nunca existió—, lo accesorio sigue la suerte de lo principal (principio de Derecho Mercantil).

Qué le espera a Puebla y los poblanos en los cinco años siguientes: saqueo de las arcas, nulo progreso, nada de obra y un sinfín de etcéteras.
¡Estaremos más jodidos que nunca!
La voracidad de funcionarios estatales sobran. Hilda Vázquez Sánchez, directora de Operación de Personal en la Secretaría de Salud, es el claro ejemplo del barbosismo.

Como muchos activistas, transitó del PRD a Morena. Vocifera y presume la protección del gobernador. Se conocen desde su militancia en el Sol Azteca y, según dice, trabajaron para su extinción.

Por eso hace lo que quiere en Salud, donde además de colocar a su parentela, se da el lujo de amenazar y correr a cuerpo médico y personal administrativo.

Sobre todo a los infectados de Covid-19, sin importar que fue mientras laboraban. Los afectados se suministran medicamentos con sus propios recursos. El sector salud no invertirá en la cura del personal, ordenó Vázquez Sánchez.

Con prepotencia y tono soez sentenció: “Mi amistad con el gobernador supera lo que opine el secretario de Salud. Hagan lo que quieran, primero se van todos antes que salga yo”.

Esta es apenas una de las incontables irregularidades que vive Salud estatal. Hay mucho más que narraremos con puntualidad. Entre otras, cómo opera negocios con una clínica de mala muerte en la colonia Joaquín Colombres.

La funcionaria barbosista olvida que médicos, enfermeras y algunos camilleros se contagiaron por su vocación de servicio. Acudieron a un llamado del gobierno federal. No les importa la política ni movimientos de grupos partidistas.

Y los medicamentos no los paga el gobernador, son del pueblo y para el pueblo.

¡Ahora se explica la renuncia del secretario de Salud!

REPORTE DEL INFORMANTE

Arcas saqueadas. El deceso de Jesús Flores Martínez, responsable de las finanzas de Movimiento Ciudadano en Puebla, encierra varias incógnitas que requieren ser despejadas a la brevedad.

Su último cargo político fue la representación del gobierno de Puebla en Nueva York. Antes de su deceso, las arcas del partido fueron saqueadas.

El robo mediante asalto se suscitó de cinco cajas de seguridad que estaban en la casa de La Calera, propiedad de la madre de Fernando Morales.

¡Millones de pesos desaparecieron!

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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