La violencia en contra de las mujeres avanza y esto es la mejor muestra del nulo efecto de las políticas públicas puestas en marcha por los gobiernos de la mal llamada Cuarta Transformación.
Los feminicidios, la peor muestra de violencia en contra de las mujeres, le ganaron la batalla a las autoridades, las cuales han sido totalmente rebasadas y mucho de esto tiene que ver con el machismo que prevalece en los gobiernos.
Pero lo peor es que al parecer existe una indiferencia por parte de las administraciones, aunque también por parte de la sociedad, la cual comienza a ver como natural violentar a las mujeres y lo peor, quitarles la vida, con todo el daño que conlleva a los familiares de las víctimas.
Es cierto que el problema en Puebla no comenzó con la presente administración, lo que sí es cierto es que esta gestión prometió hacerle frente al tema y evitar que siguiera creciendo, como ocurrió en el tan criticado morenovallismo.
También es verdad que la citada gestión fue indiferente al problema y hasta intentó maquillarlo para evitar la alerta de género a la que tanto se opuso, bajo el supuesto de que esto ahuyentaría al turismo, lo cual era una falacia.
Pero también lo es que esa misma indiferencia prevalece pese a que el gobernador creó la Secretaría de Igualdad Sustantiva, la cual vino a sustituir al ineficiente Instituto Poblano de la Mujer, sólo que el resultado ha sido el mismo, esta dependencia sólo está de adorno, al igual que su titular Mónica Sánchez Díaz de Rivera.

La funcionaria estatal no ha sido capaz de hacer al menos una declaración en torno a la terrible muerte de la poblana Ingrid, feminicidio que indignó a todo México y enlutó al municipio de Juan Galindo, Nuevo Necaxa, enclavado en la Sierra Norte.
Las cifras son por demás alarmantes, de acuerdo con El Sol de Puebla, 2019 fue el año más violento para las mujeres poblanas en los últimos cuatro años, ya que superó la cifra anual de feminicidios que se había registrado desde 2015.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 2019 superó las cifras de feminicidios que se sumaron en todo 2015, 2016, 2017 y 2018; esto pese a que el sistema sólo tiene registro hasta noviembre de 2019.
En 2015 se denunciaron seis feminicidios, la mayoría fueron perpetrados en la capital poblana. Además de este hecho se enlistaron 116 casos de abuso, así como acoso sexual, 548 de violación simple, así como equiparada, 34 de hostigamiento sexual y cinco mil 21 por violencia familiar.
El 2016 cerró con 12 feminicidios, la mayoría de estas carpetas de investigación, de acuerdo con el mismo diario, fueron abiertas en Puebla capital y Tepeaca.
Para ese año, el delito de abuso, así como acoso sexual registró 94 indagaciones; violación simple, así como equiparada, 649; hostigamiento sexual 24 y la violencia familiar seis mil 322.
Para 2017 se abrieron 27 indagaciones por feminicidios, ese año ya se vieron más demarcaciones involucradas, pues además de la capital poblana y Tepeaca, estos asesinatos violentos también ocurrieron en Zacapoaxtla.
El 2018 fue cuando más se dispararon todos los delitos sexuales, pues cerró con 32 feminicidios, siendo los municipios con mayores casos: Puebla, Altepexi, Amozoc, Tepeaca, Tecamachalco, Acatzingo, Ocoyucan, Naupan, entre otros. El abuso, así como acoso sexual, incrementó a 720 casos; la violación simple, así como equiparada, a 817; el hostigamiento sexual a 32 y la violencia familiar a siete mil 296 ilícitos.

Y SE SALIERON CON LA SUYA LOS TRANSPORTISTAS

Todo parece indicar que el gobierno se dobló y que siempre sí habrá prórroga disfrazada para los concesionarios que no renovaron sus unidades.
A decir del secretario de Movilidad y Transporte, Guillermo Aréchiga Santamaría, 65% de los concesionarios habría cumplido con la modernización y el resto está en vías de hacerlo. Ajá.
El retiro de concesiones al parecer quedará en eso, en amenaza, en tanto que por las calles de Puebla seguiremos viendo circular las chatarras de siempre y con los mismos patrones de siempre, eso es un hecho.
El peso de las organizaciones del transporte y la labor que realizan en apoyo a los candidatos del sistema en tiempos electorales es un elemento valioso, el cual no se debe desestimar; en tanto, quien volvió a perder, como siempre, fue la población.

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