Los hechos y estadísticas hablan por sí solas.

No se requiere de interpretaciones.

O de especulaciones.

Tampoco de partidos.

Ni de politiquerías.

Los números son fríos y exactos.

Así lo demuestran los hechos rojos del “jinete que cabalga” por todo el territorio poblano dejando una estela de muerte.

No hay quién —quiénes— pueda detener, frenar, contener a las bandas del crimen organizado.

Veamos.

Marzo de 2020, el mes más violento en los últimos cinco años.

En los 31 días del mes pasado en Puebla se cometieron 111 crímenes.

O sea, cada 24 horas tres personas fueron ejecutadas.

Escalofriantes números.

Qué explicación se puede dar a la ciudadanía.

Cómo decirle que las bandas del crimen se han enseñoreado en los 217 municipios del estado.

Y que no se avizora a corto ni mediano plazo un programa policiaco que haga frente a los barones del crimen.

Cómo lograrlo si dos fuereños estuvieron al frente de la Secretaría de Seguridad de 2013 al 2016.

¿Quiénes?

Facundo Rosas Rosas y Jesús Rodríguez Almeida.

Para 2017-2018 un joven sin experiencia alguna en seguridad recibió la estafeta… Jesús Morales Rodríguez.

¿Su mérito?

Ser hijo del político Jesús Morales Flores.

Y sobrino del ex gobernador Melquiades Morales Flores.

Para 2019, con un mandatario interino, Guillermo Pacheco Pulido designó a Manuel Alonso.

Y en agosto pasado, cuando Luis Miguel Barbosa Huerta asumió la gubernatura, nombró al vicealmirante Idelfonso Amézaga Ramírez secretario de Seguridad.

Mas el destino lo alcanzó.

E Idelfonso Amézaga fue renunciado y mandado a la Policía Auxiliar.

Y en marzo de 2020 llegó Raciel López Salazar.

LA TRILOGÍA RACIEL-ARDELIO-CLAUDIA ¿PODRÁ CONTENER AL CRIMEN

ORGANIZADO?

Por ello, surge y brota la interrogante.

Con un sinaloense —Gilberto Higuera Bernal— en la Fiscalía General del Estado, un chiapaneco —Raciel López— en Seguridad Pública, un poblano —Ardelio— de “súper asesor del gobernador y una mujer —Carla— con siete meses de embarazo… ¿podrán contener y combatir al crimen organizado?

De entrada parece ser como la película… Misión Imposible.

Gilberto Higuera llevaba casi año y medio —septiembre 2018— como encargado de la Fiscalía y los asesinatos dolosos no disminuían.

En enero de este año el Congreso lo designó titular de la Fiscalía por un periodo de siete años.

Y don Gilberto influyó con el mandatario Barbosa Huerta para poner al frente de Seguridad Pública a Raciel López, que dejó una estela de represión y corrupción en la Fiscalía de Chiapas, que presidió durante 10 años.

Figura clave es Ardelio Vargas Fosado, quien durante 2011, 2012 y mitad de 2013 estuvo al frente de Seguridad Pública estatal.

Hoy, Ardelio Vargas es el poderoso asesor en seguridad de Barbosa.

Ello le permitió imponer a su amiga —de su total confianza— Carla Morales Aguilar al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Puebla.

Mas la realidad —cruda realidad— está demostrando que la trilogía no ha podido hacer un frente de contención.

Marzo 2020 con 111 crímenes dolosos.

El mes más violento y brutal de sangre en los últimos cinco años.

¿Qué nos falta ver?

¿Qué nos espera en los nueve meses restantes del año?

¿Un sinaloense y un chiapaneco tendrán la fórmula para doblegar a los cárteles?

Al tiempo.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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