Economía y política

El Quijote de la Mancha, así como es universal también es complejo. Por un lado, es la personalización romántica del idealista que persigue un pasado gallardo e idílico que nunca existió, pero con el cual está obsesionado con “regresar”; por el otro, también lo es de la locura decadente de quien, incapaz de asimilar una la realidad que lo rebasó, deja de reconocerla y reconocerse.
De manera bastante predecible, lo anterior viene a colación por el extraño comentario del presidente López Obrador sobre los aerogeneradores ubicados cerca de La Rumorosa, en Baja California, y que rematara de manera brillante Leonardo Curzio escribiendo en Twitter: “Veo la conferencia de @SSalud_mx con un vehemente llamado a quedarse en casa y @lopezobrador_ en la rumorosa peleando, como Don Alonso, con los molinos de viento #Incomprensible. Sin embargo, la cargada del Presidente contra los “molinos de viento” (que, a diferencia de los combustibles fósiles, generan energía a bajo costo y con un impacto ambiental sensiblemente menor) abre la posibilidad de utilizar la obra de Cervantes para abordar un rasgo de la llamada 4T que preocupa en las circunstancias actuales: lo contradictorio.
Guillermo Sheridan en su ensayo “Quijote Furioso” (Letras Libres, diciembre 2005) explica la naturaleza quijotesca de la siguiente manera: “Si su ‘buen decir’ es impecable, su ‘bien hacer’ es un desastre, pues, siendo esencialmente ficticio, sus consecuencias afectan un mundo regido por otras leyes y desfasado del suyo. Entre su buen decir inofensivo y su destartalado bien hacer es que vibra esa locura suya que consiste, básicamente, en subordinar su decir y su hacer a una ficción. El buen decir del Quijote es prudente y cuerdo; convertirlo en un bien hacer es lo que lo gradúa al rango de la locura”.
Teniendo en el presidente López Obrador a un artista de la comunicación política, que por años ha encontrado las frases exactas para, por un lado, definir los términos en los que se da el debate político en el país y, por el otro, a trascender el ámbito de los políticos y llegar a la gran audiencia con expresiones que se convierten en parte del repertorio del mexicano promedio.
Sin embargo, este “bien decir” no es acompañado por el “bien hacer” ya que, por falta de capacidad, soberbia, desconocimiento, sesgos ideológicos o intereses económicos, terminan por gobernar contrariando no sólo la voz de los especialistas técnicos o el propio sentido común, sino sus propios dichos.
¿Cómo explicar que al día siguiente de que el Presidente reconociera la importancia del “aislamiento social”, después de semanas de burlarse de dicha medida, tome un vuelo comercial y vaya a hacer una gira al norte del país? ¿Cómo entender que mientras un notablemente preocupado López Gatell reconocía la gravedad de la pandemia para México y hacía el llamado para no salir de casa, el Presidente, desde en Baja California, lanzara un video yendo contra los aerogeneradores (y por asociación las energías renovables que, para muchos, son la principal apuesta de México para el futuro)? ¿Cómo se tiene que interpretar que, después del fracaso que para su Administración fue el operativo en Culiacán y la liberación negociada de Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo, el Presidente vaya de gira precisamente a Badiraguato, en Sinaloa, de donde es originario el narcotraficante? ¿Cómo explicar que, en plena recesión mundial, el gobierno de México vuelva a cancelar un proyecto que ya había iniciado, y que habría de generar alrededor de dos mil empleos, basado en una encuesta sin ningún rigor o validez y con una participación mínima, cuando en 2019 hacerlo así con el NAIM en Texcoco le costó a México una caída de -4% en la inversión y de -0.1% en el PIB?México enfrenta, por primera vez, una crisis sistémica que combina tanto factores internos como internacionales. Lo hace en un momento de debilidad estructural, resultado de los malos resultados económicos de 2019 y el nulo margen de maniobra en las finanzas públicas. Lo hace con un gabinete chato y sin peso tanto hacia el extranjero como al interior del país.
En estos momentos la incertidumbre juega en contra de México y los mexicanos. No hay justificación para que desde el poder se esté generando.

OTROS PECADILLOS

Pudo haberse implementado antes, sí. Estamos al borde de ver un despegue en el número de contagios y decesos en el país, es muy probable que sí. El país valió sombrilla y vamos a caer como moscas, no; aun más importante, depende de nosotros frenar la expansión del Covid19 en México. Quienes puedan, salgan lo menos posible de sus casas y cooperen no difundiendo información no verificable o de fuentes no oficiales; aquellos que tienen que seguir trabajando fuera de sus hogares, tomen las precauciones sanitarias y no bajen la guardia.
Si les preocupa la situación económica, ¡tienen razón!: enfrentar la crisis económica y la eventual recuperación del país con una población diezmada por la enfermedad, es el peor escenario posible. ¡Hay que cuidarnos todos!
 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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