Después de un obligado receso, esta columna vuelve a la carga. Vivimos días inéditos, extraños, complejos; nunca imaginamos cómo sería la vida durante una epidemia que sin darnos cuenta se convirtió en pandemia y que sin anunciarnos de manera contundente nos descubrió presos en nuestras propias casas. Es cierto, el confinamiento es voluntario, necesario y urgente, está demostrado que es el único medio eficaz para evitar el contagio.

En este contexto, a partir de la presente entrega, me permitiré proponer algunas recomendaciones para intentar hacer más llevadero este tiempo que parece haberse multiplicado por tres, por la lentitud en la que transcurre. En ocasiones será un libro, en otras oportunidades será una película, una serie, un disco. Hoy la propuesta es un texto de economía y política.

Paul Krugman, premio nobel de economía en 2008, publicó su más reciente libro, “Contra los Zombis” (Editorial Critica 2020), en él se plantea que en el mundo actual todos los temas están politizados, pareciera que en todos los asuntos de la vida pública debe existir una postura de izquierda y otra de derecha.

Las posturas públicas están cada vez más radicalizadas, se soportan con argumentos ideológicos y no científicos – él mismo se lamenta como investigador-  afirma que su labor está sujeta al señalamiento visceral, “los neoliberales”  lo descalifican por tener ideas progresistas, como la posibilidad de que exista un sistema universal de seguridad social en Estados Unidos o por rechazar las actitudes tóxico- obsesivas de financiar las crisis y recesiones con deuda, hipotecando el futuro de las generaciones venideras.

En el libro, Krugman plantea la existencia de “ideas zombis”; ideas que van dando tumbos, arrastrando los pies y devorando el cerebro de la gente, pese haber sido refutadas por las pruebas. Un ejemplo de estas “ideas zombis” es aquella que afirma que gravar a los ricos es sumamente destructivo para la economía en su conjunto y que las rebajas fiscales a los ingresos altos producirán un crecimiento económico milagroso. Esta “idea zombi” ha ido fracasando a lo largo del tiempo, no existe evidencia empírica que demuestre tal resultado, al contrario.

Después de la crisis del 2008, las principales economías mundiales fueron retomando el dogma de la sacralización del “infalible dios mercado”, satanizando la intervención pública y la pertinente acción del gobierno en los desequilibrios estructurales a los que atiende el mercado de forma natural. Aquí otra idea zombi planteada en el libro: si se quiere un gobierno con impuestos bajos y pocas prestaciones, se debe afirmar que los programas de protección social son perjudiciales e inviables.

Desde su óptica de economista considera fácil politizar los temas relacionados con los impuestos y el gasto público, pero no alcanza a entender como la politización y la generación de ideas zombis tocan temas como el calentamiento global o posiciones de discriminación racial y de género.

El libro es una compilación de sus columnas publicadas en el diario estadounidense “The New York Times” durante y después a la crisis financiera de 2008; son noventa escritos sobre los temas más diversos de la agenda pública: seguridad social, la atención médica, la crisis financiera de 2008 y sus secuelas, los mitos de la austeridad, los recortes de impuestos, las guerras comerciales, la desigualdad, el cambio climático, la parcialidad informativa de los medios de comunicación y, sobre todo, el daño infligido por Donald Trump. El autor considera que estas noventa columnas, representan un engranaje argumentativo contra la economía zombi, “una idea que debería haber sido desterrada por la realidad, pero que se niega a morir”.

Considero que el libro de Krugman es una alternativa interesante que nos ayudará a entender los fenómenos económicos, políticos y sociales que se están presentando durante la pandemia del Covid-19.

 

P.D. 1 En nuestro país, en los últimos días, ideas zombis van, ideas zombis vienen: “los estados ricos de la República Mexicana deben romper el pacto federal porque no es justo ayudar al desarrollo homogéneo de la federación”, “un buen plan económico de rescate debe ser contra cíclico y debe ayudar a los que más tienen”, “Es necesario seguir manteniendo las rigideces legales en la reasignación del presupuesto público, lo contrario es inmoral y arbitrario” “No le haga caso a López Gatell, el coronavirus no existe”.

 

P.D. 2 Donald Trump ve complicado su escenario de reelección, han revelado videos del Pentágono donde reconocen la existencia de los OVNIS y al ritmo del entrañable Tito Rodríguez ha echado a bailar una caja china, en pleno tiempo de coronavirus: “los marcianos llegaron ya y llegaron bailando ricachá, así llaman en marte el cha,cha,cha”  ¡Que Nino Canun y Jaime Mausan lo perdonen!

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