Nada impidió la circulación de las miles de chatarras del transporte público en las calles de la ciudad e interior del estado. Los transportistas se pasaron por el arco del triiunfo el ultimátum de Guillermo Aréchiga Santamaría.
El vencimiento del plazo otorgado por el titular de Movilidad en el estado, a nadie inquietó.
De último minuto cambió la estrategia. En lugar de supervisar la revista de las unidades programada ayer. Dedicó el día a proteger sus espaldas por la tormenta que se avecina.
Guillermo Aréchiga a temprana hora de hoy, acudirá a medios de radio y televisión a entrevistas cómodas.
Antes pactó comidas y cenas con conductores de los espacios.
Todo para salvar su cabeza que pende de un hilo.
Lo que trata de maquillar es que quien será exhibido ante el fracaso de la estrategia, será el gobierno del estado.
No la secretaría de movilidad y menos Guillermo Aréchiga.
El enfrentamiento entre los frentes es inevitable.
Los usuarios seguirán siendo los perjudicados.
En órbita hay millones de pesos en juego.
La modernización y equipamiento de seguridad de las unidades están lejos de los planes de propietarios del servicio público.
Prefieren el choque con el gobierno a respetar los acuerdos. Ya recibieron la autorización del incremento al pasaje lo demás es lo de menos.
Están dispuestos a dejar de circular aunque represente pérdidas antes de someterse.
Saben que causarán un caos insostenible.
Nadie en tiempo inmediato cubriría el servicio.
Sería imposible.
Los poblanos tenemos un transporte indigno.
Con un costo de 8 pesos 50 centavos, uno de los más altos del país.
Los dueños acaparadores de las concesiones -a pesar que la ley, permite 3 como máximo por persona- la mayoría tiene de 50 para arriba.
Por supuesto vía prestanombres, acción que tampoco ignora la secretaría de movilidad.
Y sin embargo lo consciente -otra vez los intereses millonarios de por medio-.
Poner a un maestro en la mafia de Movilidad fue un error que está cobrando facturas.
¡Y a que precio!
 REPORTE DEL INFORMANTE
Peligro inminente.
El ingreso de quien sea al Cereso de San Miguel, pone en riesgo la vida.
Es más peligroso sobrevivir en ese inframundo que en el campo minado en que está convertida Puebla por la inseguridad.
Desde noviembre pasado Felipe Patjane, ex alcalde de Tehuacán, sortea los peligros diarios del reclusorio.
Y en días pasados se vio minado en su salud por principios de pulmonía derivado de una gripe mal cuidada.
En San Miguel nadie es bien cuidado salvo privilegiadas excepciones de pago de cuotas al director y sus esbirros.
Mientras sigue vinculado a proceso su progenitor se mueve en México.
Busca que vía el senador Ricardo Monreal lo acerque con AMLO, para tratar la situación directa con pruebas de las exigentes peticiomes a las que se negó -según ellos- y por las que fue perseguido y luego encarcelado.
Por falta de espacio otra perla de Carlos Meza Viveros se quedó en el tintero.
Lo mismo que un asunto espinoso que investiga la Secretaría de la Defensa Nacional por el suroriente de la ciudad.
La otra semana les cuento.
También lo de la alcaldesa de San Martín Texmelucán, Norma Layón, digna de destitución y encarcelamiento.

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