El fenómeno de los feminicidios no encontrará una solución en este gobierno.
No en el corto y probablemente tampoco en el mediano plazo.
Las mujeres tendrán que esperar…. por fa´.
Podrán pintar todo lo que les venga en gana o quemar lo que se topen de frente, pero su voz no encontrará eco en un gobierno donde la prioridad es organizar rifas de aviones sin aviones.
Vamos. Quizá no sea falta de voluntad, sino más bien, no saben por dónde empezar para erradicar un fenómeno que está matando a nuestras madres, esposas, hermanas, sobrinas… a nuestras propias hijas, ante un Estado Mexicano absolutamente rebasado.
La respuesta de AMLO ante los feminicidios, lo desnuda de cuerpo entero:
“Le pido a las feministas con todo respeto que no nos pinten las puertas, las paredes. Que estamos trabajando para que no haya feminicidios, que no somos simuladores”.
Está más preocupado por que no rayen y pinten los edificios que por solucionar un fenómeno que ha crecido estrepitosamente, sin que haya la capacidad de frenarlo.
El feminicidio en México se ha convertido en un pesado camión de carga, sin frenos y avanzando a toda velocidad sobre la pendiente.
La rifa del avión sí es parte de la agenda mediática , dice el Presidente; el “feminismo”, no.
Todo esto, en el marco de un dolor y un enojo social cada vez mayor de quienes vivimos en un país donde se nos prometió un cambio radical, pero un día desollan a una mujer y al otro matan con brutalidad e impunidad a una niña de siete años.
Y más doloroso aún cuando no hay muestras claras de acciones para evitar que esos casos se repitan.
Queda claro que las mujeres no entran en esta transformación radical prometida por primera vez en el 2005.
Cuando el Presidente culpa al neoliberalismo por los feminicidios ocurridos en todos los rincones del país y después considera que la muerte de mujeres no debe ser nota de primera plana, deja constancia que estamos lejos de ver una solución al asesinato por razón de género.
Parece inaudito y hasta insultante que el Presidente haya sido más empático con la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán que con la madre de Fátima y de muchas otras víctimas.
Es insultante que una vez negado el interés de acercarse para la foto a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaun, ahora se quiera juzgar a la madre de Fátima y señalarla como la culpable de la descomposición social y gubernamental.
Pero la solución propuesta durante la mañanera del martes solo puede desconcertarnos más cuando una reportera le pide al Mandatario de la Nación explique un plan puntual, u-n   s-o-l-o   p-l-a-n:
“Es que estamos atendiendo las causas y nosotros pensamos que en la medida que nosotros tengamos una sociedad más justa, mas igualitaria, fraterna, con valores. En donde el individualismo no sea lo que prevalezca sino el amor al prójimo, el que haya mucho cariño, que no haya odios, así vamos a ir enfrentando todos los desafíos, todos los retos”, dijo el que es Presidente pero sigue actuando como candidato.
Mujeres: les hemos fallado. De verdad, perdón.
Que arda todo, antes que las mujeres a mi alrededor sean parte de la estadística impune y maldita.

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