La noche cae sobre San Cristobal Tepontla. Decenas de niños corren entre figuras monumentales de pirotécnica, mientras los hombres adultos aprovechan para abrir una o dos botellas de tequila y beberla con los amigos. Esta noche de 17 de enero, fecha en que se conmemora a San Antonio Abad, será larga, explosiva y con mucha música.

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La fiesta en esta junta auxiliar de San Pedro Cholula comenzó afuera de la casa del nuevo mayordomo, Angel Tepox Soto. Hasta este lugar, en pleno centro de la comunidad, los feligreses y artesanos de la pólvora llegan con sus ‘toritos’ de hasta 5 metros de altura para ofrecerlos como espectáculo de la fiesta patronal.

Las señoras, algunas con bebés en brazos, dialogan entre sí, sin preocupación alguna de estar en medio de 21 figuras monumentales repletas de pirotecnia. Algunos jóvenes, con cigarros en boca, se aventuran a pasearse entre la pólvora. El olor es intenso y penetrante, que se mezcla poco a poco con música de Banda.

La comunidad de San Cristóbal Tepontla es reconocida a nivel nacional por la fabricación de pirotecnia, la actividad económica más importante para los pobladores, quienes poseen pequeños talleres en los patios de sus casas -registrados ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) – desde donde salen grandes contratos con empresas del sector turístico, religioso y de gobierno, principalmente.

Cada 17 de enero, desde al menos 110 años, los coheteros de Tepontla destinan hasta 5 mil pesos para elaborar un torito monumental, que será quemado en honor a San Antonio Abad, a quien piden su protección en este oficio y buenas ventas durante el año.

Este año, varios toros, una pantera, una ardilla, un pavorreal, un hombre en un barco y hasta King Kong, formaron parte del espectáculo de luz y fuego en la explanada de la iglesia, mientras la música de Banda tocó por casi 4 horas continuas. 

Decenas de niños y jóvenes torearon a las figuras, algunos animados por el influjo del alcohol. Los buscapiés y la tronadera de cohetes en el piso hacía correr a todos por igual, que buscaban refugio en la entrada de la capilla o en lo alto del templete instalado en el lugar. Más de 200 personas se sorprendían con las suertes de la pólvora multicolor, donde el olor y el humo se esparcían por el lugar.

Este año no terminó con personas quemadas de gravedad. Por suerte, un pequeño equipo de Protección Civil y Seguridad Pública Municipal de San Pedro Cholula, vigilaba la zona. La fiesta terminó con un espectáculo de fuegos artificiales en el cielo. Este año 21 figuras monumentales quedaron hechas añicos y cientos de risas y aplausos calentaron la fría noche de San Cristobal Tepontla.

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