En el segundo municipio donde hay más robo de combustible a pemex, el edil cesa a uno de cada seis uniformados por presunta complicidad
Por: Guadalupe Juárez
Foto: Cortesía Secretaria de Seguridad Publica
En los últimos dos años, 20 policías municipales de Quecholac fueron despedidos por señalamientos decomplicidad con cuadrillas de huachicoleros, reveló el alcalde Néstor Camarillo Medina.
Quecholac, junto con Tepeaca y Acatzingo, forma parte de la región denominada Triángulo Rojo donde se concentra el robo de combustible de la tubería de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el estado; en fechas recientes se sumó el municipio de Palmar de Bravo.
Entrevistado tras un evento en la ciudad de Puebla sobre gestión urbana y gobernanza metropolitana, el alcalde de Quecholac indicó que él ha ordenado el cese de al menos 60 elementos de seguridad municipal de los 120 con que inició su trienio.
De ellos, 35 uniformados fueron retirados de sus puestos por haber reprobado los exámenes de control y confianza, sostuvo el edil emanado de los partidos Verde y PRI.
El municipio gobernado por Camarillo Medina es el segundo –después de Tepeaca– donde más ocurre el delito contra Pemex, presenta un crecimiento de 288 por ciento, pues durante 2015 registró 132 fugas, 88 más que en 2014.
El miércoles por la mañana se registró en ese municipio una fuga de combustible provocada, al parecer, por un grupo de huachicoleros que “ordeñaba” un ducto ubicado en el kilómetro 181 de la autopista Puebla-Orizaba.
Los elementos de Seguridad Física y del área técnica de Petróleos Mexicanos (Pemex) fueron alertados del derrame durante la mañana. Al arribar al lugar, detectaron que se trataba de una toma clandestina que se les había salido de control a los “chupaductos”.
Posterior a ello, las autoridades lograron controlar la fuga, sellaron la toma y procedieron a consignar ante el Ministerio Público de la Federación, al que le corresponde continuar con la investigación.
El miércoles mismo, el diputado local por el distrito de Tecamachalco, al que se integran Quecholac y Palmar Bravo, solicitó que el gobierno estatal asuma el mando de seguridad de la región, como sucedió en Ajalpan, después de que una turba linchó a dos encuestadores.