Por Pepe Hanan /@pepehanan

Preocupación y angustia


Todo caminaba como debía ser: Pablo Marini era el técnico ideal, y de su mano a la Franja nada le faltaría.

Consiguió el torneo pasado 27 puntos de manera sobresaliente, sin embargo, desde hace seis semanas algo cambió, algo pasó al interior del club, algo que ni usted ni yo sabemos.

De buenas a primeras los jugadores dejaron de correr, de pelear, de tener ambición; de a poco el equipo vino a menos, y aunque se lograron sacar algunos buenos empates como visitante, la cosecha de los últimos seis partidos se reduce a obtener cuatro puntos de 18 posibles.

Es muy poco para un equipo que pintaba para calificar y que venía con un esquema definido que daba buenos resultados.

Importante será después del 3-0 que nos propinó el Guadalajara la tarde de ayer (donde quedó evidenciado que algo no marcha bien al interior de la escuadra) cerrar filas para enfrentar los últimos cinco partidos del campeonato en los que se visitará a León, se recibirá a Chiapas, para después ir a la frontera a enfrentar a Xolos y cerrar temporada en casa frente a Querétaro.

Que no les gane la preocupación y la angustia tanto a directivos como a cuerpo técnico y jugadores, pues aunque no parezca aún hay posibilidades de meterse a la fiesta grande, siempre y cuando suceda una buena racha.

Lobos BUAP


Los universitarios derrotaron el viernes pasado a unos peligrosos y complicados Potros de Hierro del Atlante al son de un gol por cero.

Los de la BUAP han logrado sumar 13 puntos de los últimos 18 en disputa, con cuatro victorias, un empate y una derrota, situación que -a pesar del mal inicio- los mantiene con posibilidades de meterse al séptimo lugar de la tabla y colarse a la liguilla; sin embargo, las circunstancias no dependen en su totalidad de ellos, pues -por principio de cuentas- deberán derrotar el próximo fin de semana a los Venados en Yucatán y esperar que Celaya derrote a los Alebrijes de Oaxaca y que Coras y Correcaminos empaten en el partido que estarán enfrentando.

Si eso sucede, se estarán metiendo a la liguilla de la Liga de Ascenso, y si no se dan los resultados tendrán al menos la satisfacción de que una buena parte de la cantera universitaria tuvo su probadita en la división, lo cual perfila a la escuadra a tener la próxima temporada al menos cuatro canteranos jugando en el primer equipo, lo cual nos indica que el proyecto establecido por el rector Alfonso Esparza goza de cabal salud en cuanto a generar jugadores poblanos, y en algunos casos universitarios, para el futbol de Primera División en nuestro país.

Que Puebla podría tener dos equipos

Tómelo con las reservas del caso, pero -me comentan- al parecer la situación de jaguares de Chiapas es insostenible en aquel estado de la república y todo se traduce en tres posibilidades.

1) Que el equipo sea transferido a Tapachula, donde existe el interés de algunos empresarios por llevarse el equipo dentro del mismo estado de Chiapas.

2) Que los Jaguares sean vendidos a Tampico, Tamaulipas, para volverlos la “Jaiba Brava” en aquel estado.
3) Que de no concretarse alguna de las dos opciones antes mencionadas, se conviertan en Ángeles de Puebla y jugarían el próximo torneo en el estadio Cuauhtémoc.

El tiempo nos dirá el final de esta historia, la cual -en caso de darse- pondría a Puebla con dos equipos nuevamente en el máximo circuito.

Nosotros, como siempre, veremos y diremos.

Hasta la próxima.

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