La casa encuestadora Mas Data revela resultados de estudio: amas de casa y jóvenes con poca educación ni se enteran de la política

 

Por Mario Galeana

 

Más de 600 mil poblanos no acudirán a las urnas este 5 de junio por una sola razón: los procesos políticos no les son relevantes en lo mínimo.

“Un 15 por ciento de personas que viven en Puebla están apartadas del cuerpo social. No les interesa la política”, dice el director de la casa encuestadora Mas Data, José Zenteno.

El analista sostiene que las proyecciones marcan que, del total de ciudadanos en Puebla en posibilidad de votar, sólo el 60 por ciento lo hará.

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Del 40% por ciento restante se desprenden esos 600 mil que viven, dice, “al margen de la sociedad”: amas de casa que rondan los 40, jóvenes de 19 a 24 y adultos con al menos 60 años a cuestas.

Para Zenteno, el abstencionismo de este sector no está enraizado en el nivel socioeconómico, sino en factores como la desilusión hacia el sistema político y el nivel de escolaridad.

“Regularmente, aquellos que viven desconectados del cuerpo social son personas con escasa escolaridad. Viven al margen de la realidad, pero no necesariamente por lo económico. En este sector hay de todos tipos de niveles: hay adultos y jóvenes de zonas urbanas, como amas de casa sin escolaridad”, sostiene.

Zenteno estima que más de un millón (25 por ciento) podría ausentarse a las urnas por razones coyunturales o técnicas: no actualizaron datos electorales o una circunstancia –impostergable o no– les impedirá ir a su casilla electoral.

El analista sostiene, que las personas con mayores niveles de marginación acuden con mayor frecuencia a las urnas, no por ideología política sino por el uso electoral de programas sociales de los que se benefician.

“Tienden a participar más por las clientelas y los programas sociales. Esa es parte de la explicación de otro fenómeno: la construcción de los votos duros o las clientelas de los partidos”, dice en entrevista.

El uso electoral de los programas sociales ha obligado a las casas encuestadoras a modificar sus métodos de entrevista. A través de Mas Data, por ejemplo, Zenteno detectó que “mucha gente esconde su intención del voto” cuando se les pregunta abiertamente.

En cambio, “cuando se les da una urna y una boleta simuladas, se sienten con mayor libertad de expresar su preferencia, y eso es consecuencia directa de que no saben quién los está entrevistando; significa que tienen miedo de perder los beneficios”.

De antemano, las proyecciones de Zenteno apuntan que dentro del 60 por ciento de los poblanos que sí marcarán la boleta electoral, la mayoría tiene entre 25 y 55 años.

El voto switcher –al que se le atribuye el resultado electoral– recaerá en los jóvenes, que no ejercen el sufragio con base en el partido político, sino en el candidato y su plataforma.

Pero ese voto, como la participación electoral misma, se inhibe con las campañas negras, la denostación –repite Zenteno–.

“Este juego de lodo puede hacer que a los ciudadanos no les dejen alternativa: los van a hartar”.

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