Conseguir 80 mil sufragios para Alcalá fue la promesa del partido pero en 2015 logró la mitad… y ahora carga con desbandada a favor de Tony Gali

 

Por Mario Galeana

La promesa de conseguir al menos 80 mil votos en favor de la candidata Blanca Alcalá Ruiz que aventuró el dirigente estatal del Partido Encuentro Social (PES), Raúl Barranco Tenorio, se desinfla.

Para el secretario general del Comité Directivo Estatal (CDE), Abraham García Hernández, “no hay ninguna certeza” de cuántos sufragios pueda obtener el partido que irrumpió en la escena política local durante el proceso electoral del año pasado.

Además, los mandos número uno y dos de Encuentro Social en Puebla apoyan a candidatos distintos.

 A la izquierda García Hernández, junto a Barranco Tenorio. ARCHIVO AGENCIA ES IMAGEN
A la izquierda García Hernández, junto a Barranco Tenorio.
ARCHIVO AGENCIA ES IMAGEN

Mientras Barranco Tenorio se encuentra adherido a la campaña de Alcalá Ruiz, el secretario general del CDE ha anunciado su respaldo a José Antonio Gali Fayad, candidato de la coalición Sigamos Adelante.

En las elecciones de 2015, el PES consiguió apenas 46 mil 579 sufragios, por lo que la incertidumbre respecto del total de votos es secundada por analistas políticos, quienes consideran como irreal que, en un solo año, este instituto político duplique su movilización del voto.

El coordinador de Ciencia Política y Administración Pública de la Ibero en Puebla, Miguel Calderón Chelius, atribuye la promesa de los 80 mil votos a una suerte de negociación política que tendrá dos escenario: el primero, durante la campaña electoral, donde el PES buscará obtener posiciones cercanas a Alcalá Ruiz; y el segundo, tras los resultados de los comicios.

Pero la duda en el PES continúa. ¿Cuántos votos conseguirá? Imposible determinarlo. Pero, al menos, “el prometer no empobrece”, reconoce el secretario general del partido.

 

Incertidumbre de votos

FOTO3Tras oficializar la candidatura en común a la gubernatura de Blanca Alcalá Ruiz entre el PES y la alianza PRI-PVEM, Barranco Tenorio prometió aceitar la estructura de su partido y llenar las urnas con al menos 80 mil boletas marcadas en favor de la senadora con licencia.

Las promesas del líder estatal del PES no son nuevas: antes de los comicios federales del año pasado, Barranco Tenorio auguró que su partido conseguiría por lo menos 150 mil votos.

El conteo distrital del Instituto Nacional Electoral (INE) sólo reflejó la tercera parte de lo prometido.

Hoy, pese a un nuevo augurio de boletas a su favor, la situación no pinta prometedora para el PES.

FOTO2El secretario general del CDE no puede precisar si el partido ligado a comunidades cristianas logrará superar el rendimiento obtenido en la elección federal pasada.
“Son muchos los factores que van a repercutir en la elección. Es complicado decir si podría duplicarse o si podría disminuir. La verdad no hay ninguna certeza sobre esto”, dice.

Además, ayer anunció que él, junto con su estructura, apoyará al exalcalde de la capital José Antonio Gali Fayad, dado que aseguró que entre la militancia del partido existe cierta desazón, ya que la decisión de ir en candidatura común con el PRI y el Verde Ecologista fue un acuerdo cupular.

 A principios de año coincidieron en un evento (de izquierda a derecha) Enrique Doger Guerrero, Raúl Barranco Tenorio y Antonio Gali. CORTESÍA PES
A principios de año coincidieron en un evento (de izquierda a derecha) Enrique Doger Guerrero, Raúl Barranco Tenorio y Antonio Gali.
CORTESÍA PES

El anuncio de ayer encabezado por la estructura que dirige el mando número dos del PES estuvo a punto de convertirse en una trifulca. Alrededor de 10 militantes pertenecientes a la corriente de Barranco Tenorio se apersonaron en el lugar para interrumpir el pronunciamiento del secretario general del instituto político.

“¡Nosotros estamos con Blanca!”, gritó un hombre que se identificó como líder distrital del partido, poco antes de arrojar al rostro de García Hernández un puñado de hojas en donde se le desconocía como secretario general.

 

Expulsión no es oficial

Con anterioridad, el presidente estatal del partido ha sostenido que García enfrenta un proceso de expulsión partidista, a raíz de las acusaciones que realizó durante el proceso electoral del año pasado, en donde acusó a Barranco Tenorio de desvío de prerrogativas y de un opaco manejo en las finanzas del partido.

Ayer, a través de un comunicado, el PES dio a conocer que García Hernández  se encuentra suspendido de sus derechos partidarios y que el instituto político lo desconoce en espera de que el CEN notifique su expulsión.

Sin embargo el aún secretario general del CDE, de acuerdo con el sitio web del partido a nivel nacional, aseguró que no ha sido notificado sobre ningún proceso en su contra.

 

—¿Fue aventurada la promesa del líder estatal al prever 80 mil votos en favor de Blanca Alcalá?

—Pues… como dice el dicho: “Prometer no empobrece. Hay decisiones que son cupulares y que no reflejan el sentir de la militancia. Que se comprometa de manera corporativa a un solo objetivo, yo creo que a estas alturas no es viable.

 

—Infiero, entonces, que la decisión de ir con el PRI-PVEM no fue puesta a discusión…

—Sí, bueno, creo que es una práctica común en todos los partidos. Es algo acostumbrado. Pero los tiempos ya no deberían ser así.

 

Promesas a cambio de posiciones

Para el politólogo de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Puebla, Miguel Calderón Chelius, Barranco Tenorio y su promesa de reunir 80 mil votos obedece a una negociación política para que el PES obtenga posiciones dentro de los grupos de poder del PRI, además de “recursos extraordinarios”.

Aunque, dice, “no es realista que vayan a duplicar el número de votos de una elección a otra”.

FOTO4El núcleo entre el PRI-PVEM y el PES obedece, explica el investigador, a sumar la mayor cantidad de sufragios, en una elección que se percibe cerrada.

Aunque, de antemano, la megacoalición obtenida por el PAN y Antonio Gali Fayad, donde se logró reunir a los partidos del Trabajo (PT), Pacto Social de Integración (PSI), Compromiso por Puebla (CPP) y Nueva Alianza (Panal) suma dividendos al aparentar “pluralidad política”.

“La coalición en torno a Gali Fayad trata de presentarse como una coalición plural como la que ganó en 2010. Es evidente que no es la misma coalición –el PRD fue sustituido por el PT–, pero tratan de lograr esta sensación, a través de las siglas de pluralidad política”, explica.

Calderón Chelius duda, además, que Alcalá Ruiz pueda homogeneizar los votos de los ciudadanos pertenecientes a comunidades cristianas y evangélicas que, según analistas políticos, otorgaron por lo menos 100 mil sufragios a Rafael Moreno Valle durante la elección de 2010.

“Es cierto que, a diferencia de los católicos, las comunidades protestantes son más cohesionadas. Sin decir que hay una corporativización del voto, estas comunidades pueden tener una enorme influencia si sus líderes lo deciden, pero no quiere decir que las comunidades cristianas vayan a votar en masa y de manera homogénea”, sostiene.

 

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